Esther Perozo /
En cada proceso electoral venezolano resurge el mismo dilema que divide a la población: votar o abstenerse. Una disyuntiva que el ingenio popular ha resumido en aquella célebre expresión de un político maracucho: «Si votamos nos jodemos y si no votamos también nos jodemos». Mientras tanto, el ciudadano común intenta discernir qué camino seguir entre tanta polémica y división.
Desde Unidad Visión Venezuela, nuestra postura siempre ha sido clara: votar. El voto representa nuestra única arma efectiva, la cual debemos defender. Podría compararse con lo que significa el rosario para un católico: criticado y juzgado por quienes no confían en él, pero cuando se utiliza con convicción, ha permitido ganar importantes batallas aunque aún no hayamos alcanzado la victoria definitiva.
Simón Bolívar nos enseñó a no bajar la guardia. Apenas terminaba una confrontación, ya planeaba la siguiente, siempre enfocado en su objetivo final. Esta situación no debería ser diferente, especialmente cuando enfrentamos al mismo adversario desde hace 25 años.
Cabe preguntarse: ¿Quién beneficia más al gobierno actual? ¿Aquellos que se abstienen, cediendo espacios y otorgándole más poder, o quienes día a día luchamos por recuperar terreno? Convocar a la abstención sin una estrategia clara para antes del 25 de mayo equivale a llamar a las calles un 9 de enero sin tener un plan para el día siguiente.
A quienes hoy promueven no votar habría que preguntarles: ¿Cuál será su discurso el 26 de mayo cuando Nicolás Maduro continúe en Miraflores, cuando la Asamblea Nacional siga con mayoría oficialista, cuando la mayoría de las gobernaciones permanezcan bajo su control e incluso perdamos las pocas que tenemos? ¿Qué responderemos cuando convoquen a una reforma constitucional? Repetiremos otra frase célebre como «por ahora los objetivos no fueron alcanzados».
Algunos “líderes” optan por salir del país para «continuar la lucha desde afuera», mientras quienes confiaron en sus estrategias se hunden en la pobreza, sostenidos únicamente por la fe. Esta realidad ha llevado a la clase trabajadora venezolana a concentrarse en su bienestar inmediato, buscando formas de vivir mejor independientemente de quién ocupe el palacio presidencial, comprendiendo que ninguna solución llegará por sí sola.
Desde Unidad Visión Venezuela invitamos a todos los venezolanos a buscar lo mejor para el país, lo que indudablemente implica salir a votar y elegir a aquellos líderes que trabajan diariamente en sus comunidades ofreciendo mejores servicios, no a quienes aparecen esporádicamente como el cometa Halley. Cumplamos ahora con nuestra responsabilidad de votar, demostremos que somos mayoría, ganando más espacios para ponerlos al servicio de nuestro pueblo, y así ir logrando el cambio que nuestra Venezuela requiere.
Sigamos adelante sin dar por cerrados los capítulos de nuestra historia. Este 25 de mayo, A VOTAR!
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