El Cairo.- “Graves consecuencias” y advertencias de venganza se extienden en Medio Oriente tras la muerte del máximo líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, atribuida a Israel.
El brazo armado del grupo islamista, las Brigadas al Qasam, sostienen que su muerte “no quedará impune”, por lo que tendrá consecuencias regionales.
Es «un acto peligroso que lleva la batalla a un nuevo nivel y tendrá importantes consecuencias en toda la región (…) Es momento de que la locura sionista acabe, de detener a este enemigo enfurecido, y de que su mano, que causa problemas aquí y allá, sea cercenada para disuadir su agresión», amenazó el grupo.
El criminal y terrorista régimen sionista ha preparado el terreno para un duro castigo
En Irán, donde ocurrió el ataque contra Haniyeh, el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, prometió este miércoles 31 de julio una venganza contra Israel, país que asegura está detrás del ataque en Teherán, donde Haniyeh se encontraba de visita oficial.
“Con este acto, el criminal y terrorista régimen sionista (en referencia a Israel) ha preparado el terreno para un duro castigo y consideramos que es nuestro deber vengar el asesinato en el territorio de la República Islámica de Irán” advirtió Jameneí en un comunicado, citado por la agencia estatal de noticias IRNA.
La advertencia también llegó por parte de la Guardia Revolucionaria iraní al señalar que el responsable «se enfrentará a una respuesta dura y dolorosa».
«Irán y el frente de resistencia responderán a este crimen», indicó la rama de las Fuerzas Armadas de la República Islámica, utilizando el término con el que se refiere a los grupos militantes aliados en Medio Oriente.
Este enemigo exige la guerra y nosotros estamos dispuestos a ello
Las advertencias a Israel, que amenazan con escalar un conflicto regional, también provienen del Líbano, país con el que el Estado de mayoría judía comparte frontera. El grupo chiita Hezbolá, aliado de Hamás y respaldado por Irán, prometió una retaliación.
La nación dirigida por Benjamin Netanyahu «exige la guerra y nosotros estamos dispuestos a ello (…) Este enemigo exige la guerra y nosotros estamos dispuestos a ello, si Dios quiere, estamos dispuestos a ello», remarcó Ali Ammar, miembro del grupo que en los últimos meses ha aumentado los letales intercambios de fuego transfronterizo con las tropas israelíes.
Desde Israel, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, respondió que su nación se prepara para cualquier escenario.
«No queremos la guerra, pero nos estamos preparando para todas las posibilidades», afirmó Gallant, el primer cargo de la cúpula del Gobierno en pronunciarse tras la muerte del líder de Hamás.
Las acusaciones también apuntan a Occidente
Más allá de responsabilizar al presunto atacante, varios países de la región apuntan a Estados Unidos y sus aliados.
Teherán acusó a Washington como responsable del asesinato de Haniyeh, debido a su continúo respaldo a Israel.
Sin embargo, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, desvinculó a su país de lo ocurrido.
«Esto es algo de lo que no estábamos al tanto y en lo que no estábamos involucrados. Es muy difícil especular», sostuvo Blinken en una entrevista con ‘Channel News Asia’ durante una visita a Singapur.
Además, Irak y Omán pidieron a los aliados occidentales que “asuman responsabilidades” para frenar lo que consideran asesinatos selectivos y violaciones a la soberanía territorial por parte de Israel.
«Esta operación agresiva es una violación flagrante del derecho internacional y una amenaza a la seguridad y la estabilidad en la región», subrayó la Cancillería iraquí, que expresó su «total solidaridad con el pueblo palestino y sus líderes en estos momentos difíciles».
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Omán pidió «a la comunidad internacional que intervenga urgentemente para castigar a los autores de estos crímenes y asesinatos y tomar medidas inmediatas para detener la agresión israelí y la continuación de la ocupación ilegal de los territorios palestinos», según un comunicado.
Qatar y Egipto advierten “graves consecuencias” para negociación de tregua en Gaza
Una de las mayores consecuencias y que serían vistas de manera inmediata es una mayor obstaculización para alcanzar un alto al fuego entre las partes, cuyas negociaciones se encuentran en curso, pero que durante meses han encarado dificultades.
Así lo destacan Qatar y Egipto, dos países que junto a Estados Unidos median en las negociaciones indirectas entre Hamás e Israel.
Cómo se pueden celebrar negociaciones en las que una de las partes asesina a la otra con la que negocia
Doha cuestionó cómo podría ser posible alcanzar un acuerdo sobre un alto al fuego cuando una de las dos partes es asesinada.
«La estrategia de los asesinatos políticos y la escalada deliberada contra los civiles en Gaza en cada una de las fases de la negociación lleva a preguntarse sobre cómo se pueden celebrar negociaciones en las que una de las partes asesina a la otra con la que negocia al mismo tiempo», resaltó Mohamed bin Abderrahmán Al Thani, el primer ministro de Qatar.
«La paz regional e internacional requiere socios que lo tomen en serio y una posición internacional contraria a la escalada y el desprecio de las vidas de los pueblos de la región», agregó.
Entretanto, el Gobierno egipcio condenó lo que calificó de “escalada israelí” y advirtió “graves consecuencias” para la seguridad de la región.
«Egipto condena la peligrosa política israelí de escalada durante los últimos dos días (…) y advierte contra los peligros de encender una confrontación en la región de una manera que tendría consecuencias nefastas para su seguridad», subrayó el Ministerio de Exteriores de Egipto, mediante un comunicado.
La antesala a la muerte de Haniyeh
El líder del buró político de Hamás, quien vivía exiliado en Qatar, había llegado a Teherán para asistir a la investidura del nuevo presidente de ese país, Masoud Pezeshkian, cuando la residencia en la que se encontraba fue bombardeada. También murió su guardaespaldas.
Aunque Israel no se ha adjudicado la muerte de Haniyeh en Irán, se mantiene en permanente tensión con ese país, mientras promete erradicar a grupos militantes en la región, respaldados por la República Islámica, como Hamás y Hezbolá. Una situación que ido en aumento a raíz de la escalada de la guerra en Gaza, que detonó el pasado 7 de octubre tras el sorpresivo asalto del movimiento islamista en suelo israelí que dejó alrededor de 1.200 personas muertas y cerca de 250 secuestrados.
El más reciente episodio de alta tensión entre las partes se registró el pasado abril, cuando Teherán lanzó cientos de drones y misiles contra territorio israelí en respuesta al asalto de su consulado en Damasco, del que acusó al Gobierno de Benjamin Netanyahu y que dejó 13 personas muertas, incluidos siete de asesores militares de Irán.
Casi todos los proyectiles fueron derribados por Estados Unidos y otros aliados occidentales antes de que impactaran en el territorio israelí.
El asesinato de Haniyeh se registró pocas horas después de que las fuerzas israelíes reconocieran que lanzaron un bombardeo que mató a cuatro personas e hirió a otras 74 en los suburbios meridionales de Beirut, capital del Líbano, cuyo mayor objetivo fue Fuad Shukr, el supuesto máximo comandante militar de Hezbolá.
Ahora, la muerte de Haniyeh, reaviva las advertencias en la región sobre una respuesta a Israel.
Reuters/ EFE/

