Yaxmin González Jiménez
ACARIGUA.- Gorgojos, gusanos, mal sabor y olor rancio son algunos de los elementos adicionales encontrados en las bolsas distribuidas a través del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap) en la comunidad de Acarigua Centro II, según la denuncia formulada por vecinos afectados.
“La harina de maíz parece arena de playa ya que no compacta para nada, sabe mal y algunas traen gusanos, el arroz tiene cocos y huele a rancio, el café parece ligado con aserrín, la mayonesa no se sabe qué es lo que es, es agua, es aceite, es una pasta, no sabemos qué nombre se le puede dar al producto que viene, en fin son alimentos que no son aptos para el consumo humano”, manifestó Yordi Mendoza, vecina del referido sector, al evidenciar en un video difundido en las redes sociales las condiciones que presenta la comida.
Comentó que esta situación se viene presentando desde el mes pasado, sin embargo, nadie dice nada porque las comunidades son amenazadas con la suspensión de este beneficio si realizan alguna denuncia ante las autoridades
En mi casa –expresó- no utilizamos los productos pero lo donamos a una fundación que los entrega a personas de escasos recursos y, como todos los meses, guardamos la bolsa en el gabinete de la cocina y cuando la íbamos a entregar nos dimos cuenta de estaba llena de cocos. No se justifica que en apenas dos semanas le hayan salido insectos, no obstante, el domingo pasado recibimos la nueva bolsa y al abrir el lunes el arroz tenía un olor a rancio, no se puede comer y la harina trae el mismo problema, que es arena de playa.
Mendoza considera que son alimentos que ya están vencidos, que ya pasó su tiempo para el consumo humano y terminaron empacados y distribuidos por el Clap “porque no les importa la salud de la ciudadanía, no podemos seguir aceptando esto, hasta cuándo, ya está bueno. No puede ser que, en vez de reclamar por la mala calidad de los alimentos que están recibiendo, se quedan callados y frente a esto los consejos comunales son coparticipes porque no revisan, no hacen contraloría social, para verificar que la comida esté en buen estado para que le pueda llegar a la gente”, señaló.
-Apuesto a que ni el gobernador Primitivo Cedeño ni el alcalde de Páez, Rafael Torrealba, consumen esos alimentos, entonces porqué nosotros sí, no somos animales, somos humanos, somos los vecinos, los electores que los llevaron a dónde están, que votaron por ellos, entonces porqué para nosotros tiene que ser lo peor, recalcó.