KIEV.- Ucrania conmemora este martes 23 de agosto el Día Nacional de la Bandera, bajo la amenaza de una intensificación de los ataques rusos en todo el país. La embajada de Estados Unidos en Kiev emitió una alerta de seguridad y pidió a sus ciudadanos abandonar la nación de inmediato ante indicios de embestidas de Moscú contra infraestructuras civiles y gubernamentales.
Día Nacional de la Bandera y conmemoración de la independencia del imperio ruso. Dos conmemoraciones de Ucrania entre este martes 23 de agosto y el miércoles 24 que están lejos de las celebraciones del pasado y hoy son motivo de temor.
El Gobierno de Estados Unidos reforzó las preocupaciones de Kiev en las últimas horas cuando su embajada en la capital ucraniana emitió una alerta de seguridad y ordenó a su personal diplomático y a cualquiera de sus ciudadanos que se encuentren en suelo ucraniano abandonar el país de inmediato.
“El Departamento de Estado tiene información de que Rusia está intensificando sus esfuerzos para lanzar ataques contra la infraestructura civil y las instalaciones gubernamentales de Ucrania en los próximos días”, señaló.
Además de los golpes de Moscú a la soberanía de su exaliado en la desaparecida Unión Soviética, la advertencia de Washington toma fuerza justo después de que el FSB, el principal servicio de seguridad ruso, acusara a los servicios especiales ucranianos de la muerte de Daria Dúguina, hija de quien es considerado por Occidente como el “ideólogo” del presidente Vladimir Putin, Alexander Dugin.
Kiev rechaza cualquier vinculación con el atentado con coche bomba que acabó con su vida y el Ejército Nacional Republicano (ENR), un grupo formado por «activistas, militares y políticos» que se opone a la guerra del Kremlin en Ucrania, se atribuyó el hecho.
Se teme que las embestidas rusas se intensificarán, pero en todo caso las tropas de Moscú no han dejado de atacar. Este martes fuentes ucranianas informaron que el Ejército ruso asaltó una planta de calderas en la ciudad de Mariúpol, en el este de la nación.
En Dnipro, en el centro-este, se registraron varias explosiones y una serie de proyectiles rusos cayó en las viviendas, según indicó el alcalde, Borys Filatov.
“Por favor, manténganse cubiertos. Ya hay cohetes cayendo sobre casas particulares”, advirtió a la población en un mensaje difundido en su cuenta de Telegram.
La sensación de temor que impregna la guerra también se centra con especial atención en la planta de energía nuclear de Zaporizhia, en el sureste de Ucrania y la más grande de Europa. En sus inmediaciones se registró un nuevo bombardeo en horas de la mañana. Los ataques aéreos y combates constantes en la zona aumentan los temores de una catástrofe nuclear y la ONU califica la situación allí como “crítica”.
Zelenski: la bandera ucraniana volverá a ondear en las zonas ocupadas
Con motivo del Día Nacional de la Bandera, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pronunció un discurso en el que enfatizó en que su país no desistirá hasta recuperar todas las zonas que han ocupado los rusos durante los seis meses que lleva la guerra. Entre ellas, Donetsk, Lugansk o Melitopol, e incluso la provincia de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
“La bandera azul y amarilla de Ucrania volverá a ondear donde debería estar. En todas las ciudades y pueblos temporalmente ocupados de Ucrania (…) No importa cómo alguien intente torcer la historia, estos colores están históricamente asociados con Crimea”, sostuvo.
En los últimos días, Zelenski también ha advertido que se avecina una mayor amenaza por parte de Moscú. “Debemos ser conscientes de que esta semana Rusia puede intentar hacer algo particularmente desagradable, algo particularmente cruel”, aseguró.
Entretanto, el mandatario ucraniano se reúne en la capital con su homólogo de Polonia, Andrzej Duda, quien arribó este martes para sostener conversaciones sobre la actual situación de guerra, el apoyo económico y humanitario y la cooperación bilateral, según informó la oficina de la Presidencia polaca.
ONU: Rusia cometerá crímenes de guerra si juzga ilegalmente a los prisioneros ucranianos
La Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló que se encuentra «muy preocupada» por los juicios planeados contra los soldados ucranianos capturados en Mariúpol, ciudad portuaria cuyo control fue proclamado por Moscú el pasado abril.
El organismo indicó que tal proceso en sí mismo podría constituir un “crimen de guerra”.
«Hay vídeos y fotos en la prensa y redes sociales de la construcción de enormes jaulas en el recinto de la Filarmónica de Mariúpol, y la idea sería colocar a los prisioneros en esas jaulas durante las audiencias y esto no es aceptable, es un acto de humillación», subrayó la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani.
Shamdasani insistió en que el Derecho Internacional Humanitario «prohíbe la creación de cortes con el único propósito de juzgar a prisioneros de guerra, lo que priva al procesado de su derecho a un proceso ordinario y justo, y lo que supone un crimen de guerra».
A este panorama se suman los señalamientos de soldados ucranianos que se convirtieron en cautivos después de la batalla de Mariúpol, que acusaron a las fuerzas rusas de torturas durante su cautiverio.
Los militares, que pertenecían al regimiento Azov y fueron liberados como parte de un intercambio de prisioneros, afirmaron que vieron a compañeros que fueron golpeados hasta romperles los huesos.
“A algunos les insertaron agujas en sus heridas, a otros los torturaron con agua (…) Nos desnudaron, nos obligaron a ponernos en cuclillas mientras estábamos desnudos. Si alguno de los muchachos levantaba la cabeza, comenzaban a golpearlo de inmediato”, aseguró Vladyslav Zhaivoronok, que perdió una pierna.
De acuerdo con las normas internacionales, que establecen las reglas mínimas en tiempos de guerra, los combatientes con estatus de prisioneros de guerra tienen inmunidad y no pueden ser procesados por participar en conflictos.
Sin embargo, Rusia continúa estas y otras violaciones mientras justifica una “desmilitarización” y “desnazificación” de Ucrania.
Reuters/ AP/ EFE/