EEUU y Colombia anuncian colaboración para impulsar proyectos de prevención de consumo de drogas

WASHINGTON.- «Una estrategia de drogas debe ser integral y basada en evidencias que hayan demostrado que funcione”. Estas palabras de Todd Robinson, el secretario adjunto de la oficina de Asuntos Antinarcóticos y de Aplicación de Ley del Gobierno estadounidense, sellaron el anuncio el martes, 23 de agosto, de un nuevo enfoque de colaboración entre Estados Unidos y Colombia en la lucha contra el narcotráfico.

Según los representantes estadounidenses presentes en Bogotá, al lado de funcionarios colombianos para promover esta cooperación entre los dos países, se tratará de abordar los problemas relacionados con la venta y el consumo de drogas desde un punto de vista social y sanitario más que punitivo.

«Cuando hay consumo problemático se incrementan problemas de salud pública (…) e inseguridad», expuso Robinson para convencer de la necesidad de un cambio de enfoque en la lucha antidrogas.

«Queremos trabajar en estrategias conjuntas para reducir el estigma del consumo y asegurarnos que más personas reciben el tratamiento adecuado», añadió.

Robinson señaló que se deben desarrollar los esfuerzos para evitar el encarcelamiento de las personas que sufren problemas de adicción, ya que esas personas no son criminales sino pacientes que necesitan atención terapéutica.

Para poner en marcha el nuevo programa, Estados Unidos colaborará con los Ministerios de Salud y Justicia de Colombia y el presupuesto será de dos millones de dólares. El proyecto conjunto tendrá una duración de tres años y pretende, entre otras cosas, crear un centro de tratamiento de las patologías por consumo de drogas en el país andino.

Cambio de rumbo en la lucha contra las drogas 

Este martes, Robinson estuvo acompañado por el director de la Oficina de Política Nacional estadounidense de Control de Drogas, Rahul Gupta, quien dijo que tanto en Estados Unidos como en Colombia, la atención se centra ahora en «la prevención y el tratamiento de problemas de drogas y adicciones, y en los esfuerzos para dar alternativas a la encarcelación».

El país norteamericano es el mayor consumidor de cocaína del mundo, la mayor parte de la cual le llega desde Colombia a través de México y el Caribe.

«Es el momento de atajar la adicción y el tráfico de una forma comprensiva», dijo Gupta. Esto significará invertir en tratamiento, medicación, servicios psicosociales y apoyos terapéuticos para ayudar, entre otros objetivos, a reducir el número de personas, especialmente jóvenes y menores, encarceladas por problemas menores relacionados con las drogas.

Por parte de Colombia, los magistrados del Tribunal Superior del departamento de Cundinamarca, en el centro del país, promovieron los resultados de un programa de justicia restaurativa, en el que los menores acusados de delitos relacionados con las drogas son apoyados por el sistema judicial para ayudarles en su proceso de lucha contra la drogadicción.

«Con estos programas de transformación personal logran que los adolescentes -y esperamos que trascienda a los adultos- que tengan conflictos con la ley, se transformen, no coincidan y se puedan incorporar a la comunidad», dijo el magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, Max Alejandro Flórez, según la agencia de noticias EFE.

El nuevo Gobierno del presidente Gustavo Petro ha prometido un enfoque diferente al problema de las drogas. El nuevo jefe de Estado desea que la lucha contra la venta y el consumo de sustancias ilegales sea preventiva y que se tenga más en cuenta el aspecto social y sanitario del problema.

Fin de la erradicación forzosa de cultivos ilícitos en Colombia

Este nuevo planteamiento podría incluir también medidas como la legalización de determinadas sustancias como la marihuana, mientras que ya se ha adoptado el abandono de prácticas como la erradicación forzosa de cultivos ilícitos.

En cuanto a los campos de coca, el Gobierno colombiano decidió este mismo martes suspender su erradicación y centrarse en cambio en interceptar los envíos de cocaína, al tiempo que animará a los agricultores a recurrir a los cultivos legales.

En una entrevista con el diario local ‘El Tiempo’, el nuevo director de la Policía Nacional colombiana, Henry Sanabria, confirmó que las operaciones de erradicación forzosa de plantaciones de hoja de coca en la zonas remotas del país se detuvieron después de que fuera nombrado en el cargo la semana pasada.

Estas nuevas estrategias contrastan con las de anteriores gobiernos colombianos, que habían fijado objetivos anuales de erradicación de cultivos de coca, utilizando al Ejército para llevar a cabo estas tareas.

Sin embargo, estos métodos han demostrado su ineficacia y provocaron a menudo violentos enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y los agricultores locales que intentaban defender sus cultivos, argumentando que la falta de infraestructuras en las zonas remotas del territorio no permitían otros cultivos.

Además, decenas de agentes de policía que participaban en estos programas de erradicación forzosa -apoyados por Estados Unidos-, también murieron a manos de francotiradores o resultaron heridos por minas terrestres.

EFE/ AP/

Entradas relacionadas