MOSCÚ.- El gigante ruso Gazprom detuvo el flujo de gas natural a través del gasoducto Nord Stream el miércoles, un paro que anunció con anticipación y que durará tres días. Alemania, cuya dependencia del hidrocarburo ruso es una de las mayores de la Unión Europea, dio un parte de tranquilidad sobre el suministro.
En un nuevo desafío a Europa, Rusia volvió a detener este miércoles 31 de agosto el suministro de gas a través de la ruta de suministro Nord Stream, elevando las perspectivas de recesión y racionamiento energético en algunos países del continente.
Aunque, según el Kremlin, el mantenimiento durará tres días, los gobiernos europeos temen que Moscú pueda extender el apagón en represalia por las sanciones occidentales impuestas después de que invadió Ucrania.
Occidente culpa a Vladimir Putin de usar los suministros de energía como un «arma de guerra» mientras que Moscú ha citado razones técnicas para los cortes de suministro desde el gasoducto más grande que transporta gas a Alemania.
El presidente del regulador de la red alemana, Klaus Mueller, aseguró que este país podría hacer frente a la interrupción de tres días, siempre y cuando los flujos se reanuden el sábado 3 de septiembre, como está previsto.
«Supongo que seremos capaces de hacerle frente», dijo Mueller a Reuters TV en una entrevista. «Confío en que Rusia volverá al menos al 20% (de su capacidad) a partir del sábado, pero nadie puede decirlo realmente».
Europa acumula reservas de gas de cara al invierno
En una Unión Europea que cada vez recibe menos gas ruso para alimentar la industria, calentar hogares y generar electricidad, aumentar la cantidad en reserva ha sido un enfoque clave de sus gobiernos.
En julio, el Gobierno alemán se propuso que el almacenamiento de gas estuviera lleno en un 75% de su capacidad para el primero de septiembre y del 80% al 90%, respectivamente, para octubre y noviembre. Hoy el primer objetivo ya está cumplido y las instalaciones de almacenamiento de Alemania están llenas en más del 83%.
Más restricciones a los suministros de gas en Europa profundizarían una crisis energética que ya ha provocado un aumento del 400% en los precios mayoristas del gas desde agosto pasado, exprimiendo a consumidores y empresas y obligando a los gobiernos a gastar miles de millones para aliviar la carga sobre sus bolsillos.
En la zona euro, la inflación alcanzó un nuevo récord en agosto del 9,1% interanual, un fenómeno motivado por los altos precios de la electricidad.
EFE/ Reuters/ AP/