Ucrania asegura haber recuperado más de 20 asentamientos en un día, mientras Rusia contraataca

KIEV/MOSCÚ.- Las fuerzas ucranianas continúan la recuperación de territorios y este 12 de septiembre informaron que en 24 horas restauraron el control de más de 20 asentamientos, en la provincia nororiental de Járkiv. Se trata de la región donde las tropas rusas viven los peores retrocesos desde la primera parte de la guerra. Sin embargo, el Kremlin respondió con ataques contra la infraestructura civil, que cortaron  de nuevo el suministro de electricidad y agua a la población.

Mientras Ucrania recupera significativos territorios y levanta la moral de sus tropas, el Kremlin advirtió este 12 de septiembre que logrará los objetivos de su “operación militar especial”.

Es la primera respuesta del Gobierno ruso en medio de los importantes avances del Ejército local, que ha retomado el control de la mayor parte de la provincia nororiental de Járkiv, en las últimas semanas. Más de 20 ciudades y pueblos recobrados solo en las últimas 24 horas, según los informes de Kiev.

Se trata de una extensión de terreno al menos del tamaño del Gran Londres, explicó el Ministerio de Defensa de Reino Unido, cuyas agencias de inteligencia hacen seguimiento al conflicto.

Como resultado, las autoridades del país atacado afirman que las fuerzas de Moscú están huyendo hacia las zonas ocupadas del Donbass e incluso de regreso a Rusia.

“El resto de los militares tienen un estado moral y psicológico extremadamente bajo, se niegan a regresar a la zona de combate”, puntualizó el Estado Mayor de Ucrania.

Entre los territorios recuperados de esa región en los últimos días se encuentra la estratégica ciudad de Izium, que hasta hace poco era el principal bastión de las tropas invasoras en esa región.

La contraofensiva ucraniana allí obligó a los rusos a abandonar sus posiciones y dejar atrás enormes existencias de municiones y equipos militares, según mostraron fotografías y videos difundidos por los oficiales ucranianos. Es el mayor golpe a los militares del Kremlin desde el intento infructuoso por tomar Kiev en la primera fase de la guerra, que inició el pasado 24 de febrero.

El avance del Ejército ucraniano no solo se limitaría a zonas ocupadas por los rusos en el nororiente del país, donde han dirigido la mayor parte de su ofensiva. En el sur de la nación, las fuerzas del Gobierno de Volodímir Zelenski expulsaron a los soldados extranjeros de alrededor de 500 kilómetros cuadrados en las últimas dos semanas. Esto incluye cinco asentamientos en la región de Jersón, indicó este 12 de septiembre Natalia Humeniuk, portavoz del comando militar del sur de Ucrania.

“En varios tramos hemos avanzado, entre cuatro y varias decenas de kilómetros. Hemos liberado áreas que suman alrededor de 500 kilómetros cuadrados”, aseguró la funcionaria. Estos datos no han podido ser verificados de forma independiente, dadas las difíciles condiciones de acceso.

El Ministerio de Defensa británico indicó que las pérdidas de Moscú en la región de Járkiv afectarán la «operación general» del Kremlin y dañarán aún más la moral de sus tropas en el terreno.

“Es muy probable que la mayoría de la fuerza en Ucrania se vea obligada a priorizar acciones defensivas de emergencia. Es probable que la confianza ya limitada que las tropas desplegadas tienen en los altos mandos militares de Rusia se deteriore aún más”, sostuvo la cartera de Defensa británica.

Moscú no ha negado los avances de las fuerzas locales, pero advirtió que no se quedará de brazos cruzados. Los primeros resultados de su respuesta fueron observados en las últimas horas.

La respuesta rusa corta el suministro de electricidad y agua en Járkiv

El Kremlin respondió este lunes 12 de septiembre a los avances de Ucrania redoblándose y desafiando con contraataques.

Una serie de ataques con misiles rusos cortaron una vez más el suministro de energía eléctrica y de agua en la provincia de Járkiv, confirmó Ihor Terekhov, alcalde de la ciudad de la ciudad homónima.

El bombardeo contra la infraestructura de la región se produjo justo después de que los expertos ucranianos restauraran alrededor del 80% de la energía y el agua, tras los asaltos del día anterior.

Bomberos del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania trabajan para apagar el fuego después de que un cohete ruso atacara una central eléctrica, en Járkiv, en el nororiente de Ucrania, el 11 de septiembre de 2022.
Bomberos del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania trabajan para apagar el fuego después de que un cohete ruso atacara una central eléctrica, en Járkiv, en el nororiente de Ucrania, el 11 de septiembre de 2022. © Reuters/Vyacheslav Madiyevskyy

Tanto Terekhov como el presidente Zelenski acusan a los militares rusos de cometer «actos terroristas”, al resaltar que se concentran en apuntar contra edificaciones civiles.

“No fueron atacadas instalaciones militares (…) El objetivo es privar a las personas de luz y calefacción”, afirmó el mandatario ucraniano.

Solo en la noche del domingo, las tropas rusas lanzaron un total de 11 misiles contra el este de la nación, especificó la Fuerza Aérea ucraniana, lo que causó un apagón completo en las regiones de Járkiv y Donetsk, e interrupciones parciales en regiones de Zaporizhia, en el sur del país.

Kyrylo Tymoshenko, subdirector de la oficina del presidente de Ucrania, informó que se había restablecido el suministro eléctrico en algunas áreas.

En una conferencia de prensa telefónica, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov advirtió que su país logrará los objetivos de su «operación militar especial».

Asimismo, indicó que no hay conversaciones sobre la posible desmilitarización de la planta de energía nuclear de Zaporizhia, una de las recomendaciones clave del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) tras su visita a la mayor planta nuclear de Europa.

Las alarmas internacionales se disparan por los constantes bombardeos en las inmediaciones de la central, de los que se acusan las dos partes, y aumentan el riesgo de un desastre radiactivo.

Después de meses de poco movimiento perceptible en el campo de batalla, el impulso repentino de Kiev señala una significativa recuperación que causa indignación en Rusia, pero el Gobierno de Vladimir Putin no se detiene en sus aspiraciones de ocupación.

Reuters/

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