Alertan sobre riesgo de hambruna en Ucrania mientras Kiev trata de restablecer la electricidad frente al crudo invierno

KIEV.- Ucrania continúa las labores para tratar de restituir por completo la electricidad y calefacción ante las bajas temperaturas y los bombardeos rusos que destruyen la infraestructura civil y crucial para esos servicios. Millones de ucranianos se enfrentan además a una crisis de hambre este invierno, asegura el Parlamento alemán, que impulsa una resolución para declarar como «genocidio» la hambruna bajo el régimen de Joseph Stalin para que esta sea una “advertencia” a las actuales acciones de Moscú.

En escenas difíciles de creer en lo que fue una ciudad sofisticada de 3,5  millones de personas antes de la guerra rusa, algunos residentes de Kiev salieron a recolectar agua de lluvia, mientras los expertos ucranianos trabajaban para reconectar los suministros de luz y agua potable.

Este viernes 25 de noviembre, 48 horas después de los bombardeos rusos que causaron los peores daños a esas redes hasta el momento y dejaron casi todo el país a oscuras, alrededor del 30% de la energía sigue sin funcionar, por lo que millones de ucranianos enfrentan temperaturas bajo cero sin posibilidad de usar calefacción.

Vista desde el espacio, Ucrania se convirtió el miércoles en una mancha oscura, como captó una imagen satelital de la Nasa.

No obstante, los funcionarios ucranianos han logrado restablecer el servicio de forma gradual. El operador de la red de energía nacional, Ukrenergo, informó este viernes que cerca del “70% de las necesidades de consumo del país” fueron cubiertas.

«Se dio prioridad a las instalaciones de infraestructura crítica en todas las regiones: salas de calderas, estaciones de distribución de gas, suministro de agua, instalaciones de tratamiento de aguas residuales, el transporte público eléctrico opera en algunas regiones», indicó la compañía propiedad del Estado.

Las tres centrales nucleares en territorio ucraniano ahora se encuentran en funcionamiento luego de que las embestidas de Moscú forzaran a las autoridades ucranianas a cerrarlas por primera vez en 40 años, creando lo que Kiev llamó un riesgo de catástrofe atómica.

En las últimas horas, las autoridades locales señalaron que el acceso al agua ya fue restablecido en la capital, aunque no está reanudado por completo en todo el país.

Ataques rusos están “destinados a eliminar los medios de supervivencia de los civiles”

Pese a los avances de los funcionarios locales, Ukrenergo agregó que la lucha por restablecer la electricidad en los hogares se está ralentizando debido a «los fuertes vientos, la lluvia y las temperaturas bajo cero».

Una situación a la que se suman los misiles del Ejército ruso que apuntan a las infraestructuras que proveen esos servicios.

Muchos ucranianos se aglutinaron en cafés en busca de energía y calor como modo de supervivencia, mientras amigos y familiares intercambiaban mensajes para saber quién tenía de nuevo luz y agua.

Al despertar este viernes, Oleksiy Rashchupkin, un banquero de inversiones de 39 años, encontró que el agua había sido reconectada en su apartamento, pero no la electricidad.

Entonces, tomó un vehículo y cruzó el río Dniéper de izquierda a derecha, hasta llegar a un café que permanecía abierto después de los asaltos rusos. Como él, cientos más.

“Estoy aquí porque hay calefacción, café y luz (…) Aquí está la vida”, dijo.

En Kiev, donde la lluvia cayó sobre los restos de nevadas de los últimos días, el ambiente es sombrío. El invierno promete ser largo, pero los ucranianos aseguran que no serán doblegados.

“Nadie comprometerá su voluntad y sus principios solo por la electricidad”, señaló Alina Dubeiko, de 34 años.

Los líderes occidentales, como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, denuncian la campaña de bombardeos del Kremlin como “crímenes de guerra”.

Nigel Povoas, fiscal principal de un equipo de expertos internacionales que ayudan a los investigadores a evaluar crímenes de guerra en Ucrania, indicó que los asaltos rusos están «centrados en eliminar infraestructura crucial para los medios de supervivencia de los civiles, como calefacción, agua, electricidad e instalaciones médicas».

«Cada ola de ataques tiende a reforzar la fuerza de las acusaciones de criminalidad grave que se lanzan contra el Kremlin (…) estos ataques tienen muy poco o nada que ver con objetivos militares», destacó.

Desde el pasado octubre, Rusia ha dado un giro en su estrategia de guerra y lejos de los campos de batalla frente a las fuerzas ucranianas, ha estado apuntando específicamente contra las redes energéticas.

Moscú justifica que se trata de ataques militarmente “legítimos” y que Kiev puede acabar con el sufrimiento de su pueblo si cede a sus demandas, las cuales incluyen el acaparamiento de territorios ucranianos en los que el Gobierno ucraniano no está dispuesto a ceder.

Alemania impulsa resolución para declarar la hambruna como «genocidio»

El Bundestag, el Parlamento alemán, votará la próxima semana una resolución que busca declarar como «genocidio» la hambruna de millones de ucranianos bajo el régimen del soviétivo Joseph Stalin.

Se trata de una medida que los parlamentarios de Berlín esperan que sirva como una «advertencia» a Moscú, en momentos en que la población de Ucrania enfrenta una posible crisis de hambre este invierno.

En específico, los legisladores se pronunciarán sobre el denominado Holodomor, ocurrido entre 1932 y 1933, como parte de “una lista de crímenes inhumanos de los sistemas totalitarios que extinguieron millones de vidas humanas en Europa en la primera mitad del siglo XX”.

“La gente en Ucrania, no solo en las regiones productoras de granos, se vio afectada por el hambre y la represión (…) Esto cumple con la definición histórico-política desde la perspectiva actual de genocidio”, afirma el texto del proyecto de resolución.

Las víctimas del Holodomor, en ucraniano «muerte por inanición», son recordadas tradicionalmente en Ucrania el último sábado de noviembre.

Kiev considera esa tragedia histórica parte de una campaña deliberada del régimen de Stalin para erradicar el entonces incipiente movimiento nacionalista de Ucrania. Los historiadores estiman que entre 4 y 7,5 millones de personas murieron por las medidas del dirigente soviético.

Moscú, por su parte, rechaza las acusaciones y atribuye esos fallecimientos al contexto más amplio de las hambrunas que devastaron regiones de Asia Central y Rusia.

El hecho que habría quedado en la historia está en riesgo de repetirse ante la crisis de hambre que enfrentarían millones de ucranianos este invierno, como estima Berlín.

Reuters/ AP/

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