Problemas con los sistemas de aguas blancas y negras aquejan a los habitantes de La Goajira Vieja de Acarigua

Pedro Galdón.- Al igual que sus vecinos de comunidades aledañas, un buen número de habitantes de la Urb. La Goajira Vieja de la ciudad de Acarigua están siendo afectados por la «reaparición» de unos botes de aguas blancas y de aguas negras presentados en algunas de las tuberías que pasan debajo o paralelamente a las Avenidas 34 y 35, poco tiempo después de que estas hayan sido aparentemente reparadas; y por fallas en el suministro de agua potable a las casas de esta localidad.

Agua potable corriendo por las calles y «esquivando» a veces las casas

Dos de los residentes de esta urbanización, un ciudadano cuyo nombre solicitó dejar en el anonimato y William Rivero, manifestaron que hace una semana aproximadamente se volvió a romper una cañería de aguas blancas ubicada junto a la Av. 35 y próxima a la intersección de esta con la Av. Rotaria, que ha sido restaurada por las autoridades gubernamentales en varias ocasiones, una de ellas hace relativamente poco tiempo.

Bote de aguas blancas ubicado en la Av. 35.

Aseveraron que, en los momentos en los que «hay agua» en la comunidad, de esta rotura brota copiosamente el vital líquido a la superficie de la avenida, que corre rápidamente por los costados de la calzada y por amplios tramos, mucho más allá del punto de su «singularidad»; y que este incidente y otros similares posiblemente se deban al deterioro causado por el prolongado contacto de las vetustas fontanerías de la comunidad con los elementos y la fuerza ocasional del flujo del agua que por ellas circula.

Con relación al servicio de agua potable, los declarantes mencionaron que, a pesar de que llega con mayor regularidad desde hace unos ocho meses atrás, el suministro de agua se ve interrumpido cada tres o cuatro días por lapsos temporales variables y, cuando «vuelve» y en virtud de la baja presión de su flujo en estos casos, los habitantes de La Goajira Vieja deben recolectar agua y almacenarla en «porrones» para las labores hogareñas cotidianas y para su higiene en horas de la madrugada, el momento más propicio para hacerlo por la fuerza con la que llega a los hogares.

Pudrición «en la puerta de la casa»

Por otro lado, otros residentes de la comunidad denunciaron la existencia de un bote de aguas servidas en la Av. 34, muy próximo a los edificios donde viven y/o laboran, causado por una obstrucción y la caída de un tramo de la tubería que pasa por debajo de la susodicha vía, a la altura de la intersección de esta con la Av. Rotaria, y que ha provocado significativos perjuicios económicos y problemas «sociales» con personas que habitan o pasan por la zona, desde hace más de un año.

Uno de ellos, Kelvin Aponte, manifestó que la dueña del edificio del cual es residente ha invertido cerca de $500 para tratar de reparar la cañería averiada, mas los técnicos que contrató para ello no han podido concretar la encomienda, alegando su imposibilidad de cumplirla por la caída de una sección de la tubería principal; y que ella y su esposo han recibido una «miríada» de insultos por el bote mismo, como si su mantención fuera resultado de negligencia de su parte.

Otra de los denunciantes, Marlys Hidalgo, expresó que, pese a sus variaciones y desde el acaecimiento del colapso de esta cloaca, el flujo de aguas negras provenientes de la tubería tapada es perenne y relativamente constante; y que, en días calurosos, húmedos o lluviosos, y al principio de la mañana y durante el mediodía, el mefítico olor de las aguas servidas se hace sentir fuertemente en las casas y los apartamentos circunvecinos.

Tocante a la tramitación de la restauración, Aponte destacó que ella ha acudido y ha enviado misivas al consejo comunal y al jefe de comunidad del sector, a Hidrosportuguesa y a la Alcaldía del Municipio Páez para exponer esta situación y exigir una «solución final» para la misma. Sin embargo, estos han ignorado sus reclamos y han «barajado» el asunto argumentando, en el caso del primero, que tal acción no está dentro de sus competencias; y que «por los momentos, no hay» recursos para reparar el tramo dañado de la cañería.

La espera por una solución

Los mencionados habitantes manifestaron coincidentemente que esperan que las autoridades competentes atiendan las denuncias y los llamados presentados por la comunidad, «tomen cartas en el asunto» y actúen prontamente en la resolución de la problemática hídrica de La Goajira Vieja antes de que se agrave aún más y en pro de la satisfacción de las necesidades y del mejoramiento de la calidad de vida de sus residentes.

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