Pedro Galdón.- El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Educación del Estado Portuguesa (Site-Fetrasined), Iván Bravo, aseveró que es «incomprensible» que el Gobierno nacional llame a los estudiantes a clase, considerando, además de la estrechez en la que ha puesto al magisterio, las malas condiciones en las que están los centros educativos actualmente, y que pareciera que ellos ignorasen el estado de estas.
Declaró que muchas casas de estudio están en «condiciones paupérrimas», con graves problemas infraestructurales, debido, entre otras cosas, a filtraciones, y carencia de servicios básicos como los de agua potable y de electricidad; y apuntó que, consiguientemente, cree que no hay una sola institución educativa que tenga sus recintos en «óptimo» y «digno» estado para poder recibir a los niños en ellos.
Asimismo, sostuvo que las escuelas que se encuentran medianamente bien a nivel de infraestructura y mobiliario han logrado mejorar su cuadro en virtud de la organización y avocación de los padres y representantes de los estudiantes a la reparación de los espacios y del mobiliario de estas, y no de «la mano» de los entes gubernamentales.
Por ende, expresó que el Estado, en lugar de «estar amedrentando a los maestros» y presionándolos a trabajar a cambio de míseros sueldos, debe ocuparse en la restauración de los espacios de los centros de educación de Acarigua, Araure y del resto del Estado Portuguesa lo más pronto posible.
Persecución gubernamental a su persona
Por otro lado, denunció que está siendo «perseguido» y «acosado» durante las marchas por valerse de sus derechos a protestar y cumplir con sus deberes como ciudadano y líder sindical contemplados en la ley, y que, incluso, «llegó» hasta su casa «un piquete de los cuerpos de seguridad»; y afirmó que responsabiliza al gobierno por lo que le pueda pasar, consecuentemente, a él, a su familia y a su equipo de trabajo.
