ADIYAMAN, Turquía.- Lluvias torrenciales en las provincias de Sanliurfa y Adiyaman, al sureste del territorio turco, provocaron violentas crecidas de agua que han devastado edificios residenciales y campos de refugiados levantados tras el potente terremoto que azotó al país el mes pasado. Ambas provincias fueron de las más golpeadas por el siniestro y miles de personas se encuentran en condiciones humanitarias precarias.
En Adiyaman, las inundaciones arrasaron con un contenedor que alojaba tres personas refugiadas víctimas del terremoto del 22 de febrero. El gobernador de la provincia, Mahmut Çuhadar, declaró que las labores de búsqueda por su paradero están activas.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Sanliurfa, Salih Ayhan, declaró ante medios locales que al menos cuatro personas habían fallecido en su jurisdicción, además de la desaparición de dos bomberos durante las labores de rescate. Aún existen numerosas personas atrapadas en edificios y campos de refugio.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran autos y escombros arrastrados por las intensas lluvias.
Las provincias afectadas han enfrentado más de 100 milímetros por metro cuadrado de lluvia en las últimas 24 horas. Además de las lamentables víctimas mortales, cientos de personas que quedaron sin hogar consecuencia del terremoto de febrero han perdido también sus refugios temporales ante las inundaciones.
El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Turquía y Siria en febrero tuvo un saldo de más de 52.000 víctimas fatales, 47.000 de ellas fueron en suelo turco.
El siniestro también dejó inhabitables cientos de miles de edificios residenciales en el país, provocando que miles hayan sido forzados asentarse temporalmente en las calles. Las inundaciones han complicado más la situación de estas víctimas.
Reuters/ AP/
