Alcaraz, brillante campeón del Mutua Madrid Open tras sufrir una barbaridad ante el alemán Struff

MADRID.- Carlos Alcaraz continúa su trayectoria imparable esta temporada, aun cuando le toque sufrir de principio a fin. El murciano, que cumplió 20 años en semifinales, revalidó título en el Masters 1000 ATP Mutua Madrid Open.

Con excelencia porque al conjunto de su rendimiento de las últimas semanas se unió el delicado trabajo para doblegar la resistencia de un rival que dignificó aún más el éxito del español y su propia condición de profesional intachable. Muchas veces en el anonimato, pese a una calidad enorme, no de máxima figura pero sí de completo deportista de élite.

Alcaraz sufrió una barbaridad, más incluso de lo que podría esperar la mayoría por la contundencia de sus anteriores actuaciones, aunque él conocía muy bien el potencial de un Jan-Lennard Struff que ha protagonizado la historia humana del evento.

Además, una final siempre comporta un extra de nervios, más con las ganas de triunfar y gustar en casa, en un Estadio Manolo Santana lleno con 12.500 aficionados y que acudió en su ayuda coreando «Carlos, Carlos» cuando el tenista lo necesitaba. La gloria es del bicampeón, sobre el que lógicamente se centrarán los focos porque ya es una figura mediática internacional. Merecida además.

Como también significar el rendimiento del teutón, que estaba con las maletas hechas hace doce días y que aprovechó la repesca por una baja de última hora en el cuadro para plantarse en su segunda final ATP, la más importante de su carrera, a sus 33 años.

En su noveno partido en el torneo, Alcaraz se impuso por 6-4, 3-6 y 6-3 en 2h.25′, dejándose caer de espalda sobre la tierra.

Aplauso a la tentativa de Struff, valiente con su tenis pese a saber que tenía delante a un tenista que tiene en sus manos volver al nº 1 mundial. Con jugar un partido en Roma, aunque lo perdiera, tendría suficiente para destronar a Novak Djokovic en un par de semanas, justo antes de Roland Garros.

Aun incómodo por la ausencia de sus aciertos habituales y la agresividad de un rival con quien había perdido en Roland Garros 2021, a quien había superado en el último Wimbledon pero necesitando remontar hasta un quinto set, Carlos Alcaraz tiene esa capacidad de crack de escabullirse de las complicaciones y hallar la rendija por la que colarse para acabar desequilibrando el duelo a su favor.

Así lo hizo para ganar su décimo título ATP, cuarto del curso después de Buenos Aires, Indian Wells y Godó.

Suma 29 victorias en 31 encuentros, 19 de 20 sobre tierra, 21 consecutivas en España, donde no pierde desde que cediera el día de su 18 cumpleaños, en Madrid 2021, frente a un Rafa Nadal que era hasta ahora el único que había revalidado en la Caja Mágica sumando dos de sus cinco copas en 2013 y 2014.Alcaraz, a Ferrero: «¿Qué hago?»

Dos dobles faltas iniciales de Struff, ‘break’, 2-0 Alcaraz. Un espejismo. Parcial 0-3 del teutón para 2-3, cuando desde la lejanía del otro lado de la pista Carlitos preguntaba «¿Qué hago?» a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, que doblegó consignas y ánimos para empujar al murciano.

El germano presionaba en el resto, se lanzaba con su saque (alguno a 222 km/h.) y querencia por la red. Teniendo en tensión continuamente al español, que se aturullaba en ocasiones de tan rápido que asimismo quería ir.

«En momentos difíciles más duros nos ponemos», le comentó Ferrero. Dicho y hecho. De la negativa racha de 0-3 (2-3) a devolverla para 5-3 y encarar un set que cerró 6-4 tras haber remontado un 0-40. Incluyó en instantes tan críticos un globo espectacular. La diferencia del campeón. Sólo 6 golpes ganadores, el doble de errores no forzados (12). Pero parcial al saco.

Continuó la batalla porque Struff, primer ‘lucky loser’ (perdedor afortunado) en una final de Masters 1000, recordó que ser el nº 65 del mundo, que subirá al 28º puesto, requiere mucho tenis. Que la segunda unidad merece la atención.

Se colocó 4-1 a favor, defendiendo en el quinto juego, de doce minutos, su saque salvando cinco pelotas de ‘break’. Apretaba Alcaraz, respondía el teutón. Set Struff, de nuevo con Alcaraz con más fallos (10) que aciertos (6). Con un juego de mucho riesgo, un más tolerable 9 y 10 del alemán, respectivamente. En el acumulado, 12-22 el murciano y 19-22 Struff.

Como ante Emil Ruusuvuori, en la ronda inaugural, a un tercer set. Con el azote, de repente, del viento. Alcaraz, con toda la responsabilidad sobre sus hombros, sufrió como nunca ante un oponente iluminado.

Remontó con saque bola de 1-2, básico para luego hacer él el ‘break’ con un juego de muchos quilates para 3-1 y lanzarse a por la estatua para el campeón y el talón de 1.105.265 euros. Una final excelente. Y como señala Carlitos, «las finales están para ganarlas», como le remarca desde niño su abuelo paterno.

mundodeportivo.com/

Entradas relacionadas