DESDE LA HOGUERA/ EVANGÉLICOS… ¿BRUJOS O CURANDEROS?

Según tengo entendido, los evangélicos, de acuerdo a sus creencias, cuando se reúnen realizan un encuentro personal con Jesús, con El Espíritu Santo y a través de Él con el Dios del Universo. Creen en el Dios que es espíritu no creado, Omnipotente y eterno. Cuando se reúnen es para alabar, adorar y hablar con Dios y reciben un sermón de parte del Pastor, basado en La Biblia. No practican el culto a los Santos, ni a la Virgen.
Ese es el concepto que tengo de esos hermanos en Cristo; pero hoy, debo referirme a algo patético que nos ocurrió a una amiga y a mí el pasado lunes, primero de mayo, cuando estuvimos presentes en la marcha en apoyo a los maestros y a los empleados públicos en general que llevan más de cuatro meses en la calle, pidiéndole al régimen un salario digno que permita cubrir la canasta básica.
Para tomar un refrigerio nos ubicamos en uno de los bancos que hay diseminados por el centro de la plaza Bolívar de Acarigua y para sorpresa nuestra, en el lugar denominado glorieta o templete, es decir, el lugar elevado ubicado a un costado de la Plaza y que se destinaba, otrora, para que la Banda Municipal deleitara al público con sus añoradas retretas, se encontraba un pequeño grupo de “supuestos” evangélicos, que con un fuerte escándalo estaban adivinando, en voz alta, la vida privada de algunos ignorantes que se prestaban para que estos charlatanes les hicieran “la curación”.
Los tiraban al suelo mientras gritaban como “poseídos” que Cristo les hablaba al oído y les decía cuáles eran los males que les aquejaban y el remedio para curarlos. El supuesto guía les decía que tenían muchos enemigos, que incluso en la familia estaban los más peligrosos. que no debía confiar ni en sus hermanos.Luego llamaron personas del público que tuvieran problemas y a una mujerque se acercó le dijo, el supuesto Pastor, como loco, a gritos, delante de los que observaban sus “Payasadas”, que los hombres de su familia la querían ver convertida en prostituta, que se fuera de esa casa lo más pronto posible y eso era: levanten las manos…bajen las manos…dense golpes de pecho, tírense al suelo. Mientras el supuesto Pastor y los ayudantes gritaban corriendo al Demonio, maldiciéndolo y llamando a Jesùs, para que sacara al Diablo del cuerpo de la persona que tenían tirada en el suelo. Ese tipo de espectáculo era común verlo entre los brujos que hacían sus trabajos en Los Arroyos, en Agua Blanca.
Mi amiga y yo nos quedamos contrariadas con aquel comportamiento tal inusual y para colmo, en público, frente a la Alcaldía de Páez. Realmente dudamos que los evangélicos hagan este tipo de teatro, pero conscientes estamos de que estos “falsantes” sólo buscan incautos para sacarles dinero y que los infelices son enfermos que necesitan oír promesas de curación; pero estando tan cerca la Alcaldía, deberían, por protección a esos pobres ignorantes que creen en estos “embaucadores de oficio”, por lo menos no permitir que hagan sus “marramuncias” dentro del sector de la Plaza Bolívar de Acarigua y a la vista de todos los transeúntes.

CARMEN PÉREZ MONTERO

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