Facciones en conflicto en Sudán acuerdan facilitar la ayuda humanitaria

JARTUM.- El Ejército sudanés y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) llegaron este jueves a un acuerdo preliminar de principios en Jeddah, Arabia Saudita, según informó el medio Al Arabiya.

Los representantes del ejército sudanés, liderado por el general Abdel Fattah al-Burhan, y de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) del general Mohamed Hamdane Daglo, han acordado facilitar el acceso humanitario a las zonas de conflicto. El compromiso incluye garantizar la seguridad del paso de civiles y proteger sus suministros, en un intento por mitigar la crisis humanitaria que ha afectado a los sudaneses.

Y es que el acuerdo viene en un momento en que Sudán se encuentra en medio de una crisis humanitaria y un conflicto armado que ha afectado a miles de personas. 

Las fuerzas armadas sudanesas han estado luchando contra los paramilitares, lo que ha llevado a cientos de muertes y cientos de miles de desplazados. En las zonas de conflicto, como la capital Jartum y la región oeste de Darfur, la falta de acceso a alimentos, agua y atención médica básica ha empeorado aún más la situación. La comunidad internacional ha instado a la acción para abordar las causas del conflicto y llegar a un cese al fuego duradero, mientras algunos países tratan de proporcionar ayuda humanitaria, aunque todavía insuficiente para satisfacer las necesidades de los afectados.

Las negociaciones de Jeddah, un intento para salir de la crisis

Mientras continuaban los combates entre el ejército y los paramilitares – en Jartum y otras ciudades de Sudán – las negociaciones entre sus representantes empezaron el pasado fin de semana en Arabia Saudita

Los emisarios de ambas partes debían negociar una tregua. Pero mientras Sudán se encuentra estancado desde el golpe de Estado de 2021, los negociadores sudaneses e internacionales presentes en Arabia Saudita han afirmado que estas conversaciones eran sólo técnicas y que no se referían a ningún aspecto político. 

Los expertos afirmaron que se limitarán a despejar corredores seguros para la ayuda humanitaria que llega a la costa oriental de Sudán con el fin de alimentar y atender a los civiles atrapados en Jartum y en la región de Darfur. En la capital y en Darfur ningún hospital funciona y la mayoría de los suministros humanitarios han sido bombardeados o saqueados. 

En una entrevista concedida a la agencia de noticias AFP, Kholood Khair, experta en Sudán y fundadora del think tank Confluence Advisory, afirmó que la falta de resultados políticos de las conversaciones no es sorprendente. Según ella, los partidarios del poder civil no están representados en Jeddah, ni tampoco los actores que podrían cambiar el acuerdo, es decir, Emiratos Árabes Unidos, grandes aliados de Daglo, y Egipto, socio histórico del ejército sudanés.

Una resolución de la ONU para reforzar y documentar los abusos contra los derechos humanos

Por otra parte, y a pesar de la resistencia enérgica de varias naciones, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó este jueves una resolución para incrementar la supervisión de los abusos en Sudán. La votación, que se llevó a cabo en una reunión de urgencia en Ginebra, fue convocada por el Reino Unido, Noruega, Estados Unidos y Alemania. El texto recibió 18 votos a favor, 15 en contra y 14 abstenciones.

Varios países occidentales señalaron durante el debate la necesidad de empezar a documentar las violaciones de los derechos humanos sin esperar a que se resuelva el conflicto. Sin embargo, el texto no crea un mecanismo específico de investigación, sino que prevé un mayor seguimiento de la situación y la documentación de los abusos por parte de la ONU.

El decreto pide al experto independiente sobre Sudán que documente «todas las denuncias de violaciones y abusos de los derechos humanos desde el 25 de octubre de 2021, incluidas las derivadas directamente del conflicto actual«. El experto deberá presentar un informe en los próximos meses, al igual que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

La resolución también pide «el cese inmediato de la violencia por todas las partes, sin condiciones previas».

«Es un día importante para el Consejo de Derechos Humanos, que demuestra que apoya la paz, los derechos humanos y el derecho internacional, y es un voto por la paz», declaró a la agencia de prensa AFP el embajador británico Simon Manley.

Sin embargo, la resolución estuvo a punto de no aprobarse, ya que contó con la firme oposición de Jartum, pero no sólo. Los países de la Liga Árabe y China se mostraron en contra del texto, alegando una violación de la soberanía de Sudán. En cuanto a los países africanos, insistieron en la necesidad de encontrar «soluciones africanas a problemas africanos».

La ONU tiene un deber de «responsabilidad» respecto a la situación en Sudán

Poco antes de la votación, el embajador francés ante la ONU en Ginebra, Jérôme Bonnafont, advirtió a los países de que «si este Consejo guardaba silencio mientras continuaban los combates (…) si no actuaba, no asumiría su responsabilidad».

Los enfrentamientos que estallaron el 15 de abril entre los dos generales han dejado más de 750 muertos y 5.000 heridos, según las ONG y las autoridades. Unicef ha además advertido de que el número de niños víctimas del conflicto es «terriblemente alto».

Los mortíferos combates han sumido a Sudán «en la catástrofe», declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, en la apertura de la reunión.

«Aprovecho esta oportunidad para instar a todos los Estados con influencia en la región a que fomenten, por todos los medios posibles, la resolución de esta crisis», dijo en un mensaje de vídeo. Türk «condenó enérgicamente esta violencia injustificada» y acusó a ambas partes de «despreciar el derecho internacional humanitario, incluidos los principios de distinción, proporcionalidad y precaución».

El funcionario reportó por otro lado, que su oficina ha recibido varias denuncias de violencia sexual por parte de hombres uniformados, así como «denuncias de homicidios ilegítimos y desapariciones forzadas».

Según la ONU, unas 900.000 personas han abandonado sus hogares para refugiarse en zonas a salvo de los combates: 177.000 son refugiados en países vecinos, mientras que el número de desplazados dentro de Sudán superó el martes los 700.000.

AFP/

Entradas relacionadas