OLIVA, Valencia.- Suerte que esta edición de la Vuelta sólo tiene dos etapas que superan los 200 kilómetros, aunque sean por escasos metros.
Este viernes se disputaba la séptima jornada de la 78ª edición de la ronda española, una maratoniana jornada de 201 kilómetros que sólo presentaba el interés de qué podía suceder en el sprint intermedio de Cullera y de quién se iba a llevar la victoria en el sprint masivo de Oliva, que a la postre fue para el galo del TotalEnbergies Geoffrey Soupe.
El pelotón de la ronda española habla francés, etapa para Soupe y liderato de la carrera por segundo día seguido para Lenny Martínez.
Un desenlace de la etapa marcado por las caídas, en un día en el que los percances estuvieron a la orden del día, siendo el equipo Ineos uno de los peor parados.
Al inicio del día el galés Geraint Thomas se iba al suelo, llevándose un fuerte golpe. Le costó volver a subirse a la bici y surgieron ciertas dudas cuando a los pocos kilómetros se detuvo para que le miraran la rodilla. Por fortuna llegó a meta, lo que no pudo hacer su compañero en la formación británica Arensman.
El neerlandés se vio envuelto en un accidente a 5 kilómetros de la llegada con varios corredores implicados, pero él se llevó la peor parte. Se quedó en el suelo y rápidamente tuvieron que atenderle los servicios médicos, que le pusieron el collarín y lo subieron a la ambulancia.
A su lado, un solidario Egan Bernal se interesaba por el estado de su compañero. El colombiano se salvó de milagro y seguro que se llevó un buen susto.
Con el susto en el cuerpo
Cinco kilómetros antes se produjo otro percance con varios corredores. Uno de ellos fue el estadounidense Sepp Kuss, que pudo seguir en carrera. Y es que nadie está a salvo en los compases últimos de una etapa como la de este viernes.
Es como cuando sueltan el agua de una presa que lleva mucho tiempo almacenada, rozando el límite del máximo de litros permitido.
Tras casi 200 kilómetros de sesteo, de una etapa liderada por José Herrada y Ander Okamika -que se llevó el premio al corredor más combativo al ser el último en ser neutralizado- hasta que el pelotón quiso, el grupo se desboca, lo que coincide con los estrechamientos de la carretera, las medianas y las rotondas, territorio minado para las sorpresas.
Pese a todos estos incidentes, los sprinters salvaron el tipo. Todos estaban avisados de la última curva previa a la recta final.
El australiano Groves, ganador de dos sprints, era el máximo favorito, pero no salió bien colocado de la curva y aunque lo dio todo no pudo plantar cara a los cuatro corredores que quedaron por delante de él, cuarteto en el que el mejor fue el francés Geoffrey Soupe, por delante del venezolano Orluis Aular del Caja Rural, quedándose a las puertas que hubiera sido tenido una importancia grande para la modesta formación navarra.
Cuarta victoria para Soupe como profesional, primera de entidad y octava para su equipo esta temporada, la primera fuera de Francia.
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