BELGOROD.- El gobierno de Rusia afirma que al menos 18 personas perdieron la vida, este 30 de diciembre, en un ataque perpetrado por el Ejército ucraniano en la ciudad rusa de Belgorod, capital de la región homónima, que comparte una frontera de más de 552 kilómetros con Ucrania.
Entre los muertos hay al menos dos niños, al tiempo que 111 personas resultaron heridas, entre ellas quince menores de edad, según el comunicado emitido por el ministerio ruso.
El gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, afirma que la artillería ucraniana disparó contra el centro de la ciudad, hogar de aproximadamente 330.000 personas, afectando edificios gubernamentales, universitarios, comercios y viviendas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó el desplazamiento de una brigada del Ministerio de Sanidad, encabezada por el titular de la cartera, hacia la región afectada, y su gobierno ha solicitado una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, según ha informado la agencia de noticias estatal RIA, citando a la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova.
«El atentado en Bélgorod será objeto de debate en el Consejo de Seguridad de la ONU», señaló la portavoz del ministerio de Exteriores, María Zajárova, citada por la agencia Interfax.
El viernes, el ministerio de Defensa de Rusia dijo haber destruido 13 cohetes ucranianos sobre la región meridional de Belgorod, y el gobernador regional aseguró que una persona había muerto y cuatro habían resultado heridas.
Por su parte, las fuerzas armadas ucranianas publicaron un vídeo en Telegram de lo que dijeron que era el cielo sobre Belgorod, mostrando al menos un edificio en llamas.
Además, el Ministerio de Defensa ruso informó de que 32 drones fueron derribados durante la noche sobre las regiones de Briansk, Oriol, Kursk y Moscú, sin informar sobre daños o víctimas.
El sábado, por la mañana, el gobernador de la región de Briansk, también colindante con Ucrania, dijo que un niño había muerto en ataques contra «objetos civiles» en dos pueblos, sin especificar cuándo se produjeron.
El hecho ocurre un día después de que Ucrania reportara uno de los más grandes ataques sobre su territorio, desde que inició la guerra hace casi 2 años, con más de 100 misiles rusos disparados, que según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dejaron al menos 39 muertos y 160 heridos.
Varapalo en la ONU
Rusia recibió un varapalo este sábado en el Consejo de Seguridad de la ONU, al que pidió condenar el ataque ucraniano de anoche en la ciudad rusa de Bélgorod, y cuyos miembros generalmente lamentaron la muerte de civiles pero expresaron su solidaridad con Ucrania.
Era la segunda reunión del Consejo de Seguridad sobre el conflicto en 24 horas, puesto que ayer el órgano ya trató la oleada de bombardeos de Rusia contra las principales ciudades ucranianas, que ha dejado al menos 39 muertos y 160 heridos, y que fue condenada por la mayoría de países.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, dijo que en el ataque a Bélgorod fallecieron 18 personas -incluidos tres niños- y 108 resultaron heridas, acusó a Kiev de atacar objetivos civiles con municiones «de racimo» gracias a sus «patrocinadores occidentales», y amenazó con que los «crímenes serán castigados inevitablemente».
Nebenzia llamó a la comunidad internacional a «condenar decididamente este brutal ataque terrorista» y se declaró «sorprendido por el silencio del Consejo de Seguridad», pero no encontró la comprensión que buscaba.
Los aliados de Ucrania expresaron con mayor contundencia las críticas a Rusia, mientras que China, aparentemente neutral, aseguró que «no hay ganadores en ningún conflicto o guerra» y pidió «paz y diálogo»; en todo caso el denominador común de la sesión fueron las llamadas al fin del conflicto.
Entre los mensajes más duros, estuvieron los de Francia: «Si (Rusia) no hubiera bombardeado durante meses ciudades y pueblos ucranianos, no estaríamos aquí esta tarde»; y Reino Unido: «Si Rusia quiere culpar a alguien de las muertes de rusos en esta guerra, que empiece por el presidente Putin».
«Estamos aquí otra vez porque el Kremlin se niega a parar su invasión ilegal y (…) Putin es responsable de la pérdida de vida sin sentido e innecesaria, esta es su guerra», dijo el representante estadounidense, John Kelley, que declaró su «apoyo a Ucrania», frase repetida por otros miembros como Japón.
En nombre de la ONU, el vicesecretario de Departamentos de asuntos políticos y de paz, Khaled Kiari, condenó «todos los ataques en ciudades, pueblos y aldeas de Ucrania y la Federación Rusa», y advirtió sobre los «peligros de más escaladas y propagación de esta guerra».
Nebenzia, el embajador ruso, tomó la palabra una segunda vez para tachar de «cínico» el aluvión de declaraciones, e insistió en que Rusia no ataca a «civiles ucranianos pacíficos», al menos no «deliberadamente», sino que «solo tiene como objetivos infraestructuras militares».
Ucrania, por su parte, señaló que el Consejo de Seguridad «se reunió ayer, se reúne hoy de nuevo, y debería estar listo para reunirse mañana y el día siguiente» por las continuas agresiones de Rusia contra áreas civiles, que hoy continúan.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU reportó hoy «una nueva ola de ataques indiscriminados que está teniendo un fuerte peso en los civiles en Ucrania por segundo día consecutivo», causando «destrucción y muerte» principalmente en la región de Járkiv, pero también en el este y sur del país.
EFE/
