MOSCÚ.- Último adiós a uno de los críticos del Kremlin más prominentes de los últimos años.
Familiares y partidarios de Alexéi Navalny, que murió el pasado 16 de febrero, en una lejana prisión del círculo Ártico, se congregaron para despedir al líder de la oposición, este viernes 1 de marzo, en un funeral en el sureste de Moscú.
Personas que llevaban flores llegaron temprano para intentar entrar en la iglesia, un imponente edificio con cúpula blanca en un suburbio del sureste de Moscú; mientras la morgue donde se encontraba su cuerpo comenzaba el proceso de entrega a sus familiares.
Los dolientes hicieron fila de manera ordenada al tiempo que esperaban a que comenzara el servicio religioso.
No sé cómo vivir sin ti
Tras el funeral, su esposa, Yulia Navalnaya, quien se encuentra fuera de Rusia y en los últimos días aseguró que continuará con el legado de Navalny, publicó un mensaje en sus redes sociales, en el que le agradeció por «26 años de felicidad absoluta».
«No sé cómo vivir sin ti, pero haré todo lo posible para que estés ahí arriba, feliz por mí y orgulloso de mí. No sé si lo conseguiré o no, pero lo intentaré», manifestó Navalnaya.
Лёша, спасибо тебе за 26 лет абсолютного счастья. Да, даже за три последних года счастья. За любовь, за то, что всегда поддерживал, за то, что смешил даже из тюрьмы, за то что ты обо мне всегда думал.
Я не знаю, как жить без тебя, но я постараюсь так, чтобы ты там, наверху,… pic.twitter.com/ybF31AuD47— Yulia Navalnaya (@yulia_navalnaya) March 1, 2024
Después de la ceremonia en el templo, su cuerpo fue trasladado al cementerio Borisovskoye, de la capital rusa.
«Estamos todos unidos, nadie tiene miedo (…) Estoy aquí para apoyar a su familia y demostrar que no están solos», señaló un hombre, que prefirió no dar su nombre para evitar algún tipo de represalia, al periódico independiente ‘Novaya Gazeta’.
El sepelio de Navalny tiene lugar después de una batalla con las autoridades por la entrega de su cuerpo tras su muerte aún inexplicable. Según la versión de Moscú, el hombre –que durante años denunció una aguda corrupción en el Gobierno de Putin, que ha dirigido el país por más de 20 años– murió tras sentirse mal y perder el conocimiento después de una caminata en el centro en el que estaba recluido.

Sin embargo, las evasivas para entregar el cadáver a la familia aumentaron las sospechas de una muerte provocada. La madre de Navalny, incluso, señaló que recibió chantajes para aceptar un funeral secreto o de lo contrario su hijo sería enterrado en la cárcel donde perdió la vida.
Tensiones antes del funeral
Este viernes, el fuerte despliegue policial, tanto en las inmediaciones de la iglesia ortodoxa del distrito Marino de Moscú, como en el cementerio de Borissovskoia, a donde fue trasladado, aumentaron los temores de represión hacia los asistentes.
La esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, advirtió-el pasado 28 de febrero, ante la Eurocámara- que temía detenciones en el funeral de su marido, dados los arrestos de los últimos días a personas que se acercaban a entregar ofrendas florales para el opositor.
The hearse carrying Navalny’s body has arrived at the church for his memorial service.
Video: Ivan Zhdanov pic.twitter.com/Ez9RUuKKHT— The Moscow Times (@MoscowTimes) March 1, 2024
Los temores también crecieron luego de que el martes 27 de febrero fuera arrestado Vasily Dubkov, uno de los abogados que representó al difunto líder y quien la semana pasada acompañó a la madre del político a apelar ante las autoridades para que le devolvieran el cuerpo de su hijo.
La tensión también es alta, debido a que las autoridades rusas han prohibido su movimiento político por considerarlo “extremista” y han calificado a sus partidarios de “alborotadores”, respaldados por Estados Unidos que buscan fomentar una revolución.
Navalny, el incómodo opositor del Kremlin
El también abogado y político se convirtió en un acérrimo opositor del Kremlin luego de emprender una cruzada contra la corrupción en su país y organizar protestas masivas contra el Gobierno de Vladimir Putin. Cumplía una condena de 19 años de prisión, sumada a otras que en total le daban más de 30 años en prisión, bajo cargos de presunto “extremismo”.
Sus manifestaciones y blogs que exponían lo que, según él, era una gran corrupción en la elite rusa, describiendo a su nación como gobernada por «ladrones”, le valieron la admiración de muchos por atreverse a denunciar y desafiar un Gobierno con poca alternancia de poder, en el que Putin ha liderado por más de 20 años.
Pero también lo pusieron constantemente bajo la lupa de Moscú.
En agosto de 2020, el activista sufrió un envenenamiento mediante el uso de un agente nervioso, durante un vuelo de Tomsk a Moscú. Navalny atribuyó a las autoridades rusas el ataque, aunque estas siempre han negado su presunta implicación.
En el aire, la degradación de su estado de salud fue repentina. Imágenes en video mostraron a los miembros de la tripulación del vuelo corriendo hacia él y a Navalny gritando de dolor.

Tras semanas en coma inducido en su país, fue trasladado a Alemania, donde se culminó su recuperación. Allí, Berlín confirmó, después de ordenar pruebas de laboratorio, que el envenenamiento del opositor ruso había sido producto del agente nervioso Novichok, un compuesto desarrollado durante la desaparecida Unión Soviética.
«Si alguien hubiera querido envenenarlo, lo habrían rematado», afirmó Putin, en un momento en que rechazaba las acusaciones de una presunta vinculación con lo ocurrido a Navalny.
Pese a los riesgos que sus simpatizantes advirtieron, Navalny regresó a Rusia el 17 de enero de 2021 y fue inmediatamente detenido, acusado de violar los términos de una libertad condicional emitida en una sentencia anterior, en 2014, por fraude.
Durante su tiempo en prisión, los señalamientos de las autoridades rusas se fueron extendiendo y en el momento de su muerte cumplía una condena de 19 años de cárcel, aunque, en agosto de 2023, él sentenció: «cumplo una cadena perpetúa», mostrando su incredulidad sobre un eventual retorno a la libertad.
Navalny murió justo dos meses después de ser trasladado a una lejana colonia penal de la cordillera de los Urales, en el círculo polar Ártico, tras permanecer encarcelado en la región de Vladimir, en el centro del país.
Reuters/ AP/