KIEV.- En la noche del jueves al viernes, misiles y aviones no tripulados alcanzaron una gran presa sobre el río Dnipro, infraestructura energética de Jarkiv, y unos edificios residenciales.
Fueron disparados 88 misiles y 63 drones Shahed, de los que solo 37 y 55 fueron derribados, respectivamente, según informó la fuerza aérea ucraniana.
Al menos cinco personas murieron en estos ataques masivos, tres en la región de Zaporizhia y dos en la región occidental de Jmelnitski. El ataque dejo sin electricidad a más de un millón de personas, lo que llevó a Ucrania a solicitar suministro eléctrico de emergencia a Polonia, Rumania y Eslovaquia.
«La ciudad está completamente sin electricidad y, como resultado, el suministro de agua y calefacción no funciona», dijo el alcalde de Járkiv, Igor Terekhov, en un vídeo publicado en Telegram.
En cuanto a la presa de Dnipro, “no corre riesgo de colapso”, informó la empresa que la maneja. Sin embargo, sí corre un alto riesgo medioambiental. Se determinó una contaminación, cuando derivados del petróleo alcanzaron las aguas del Dnipro.
«El objetivo no es solo causar daños, sino intentar de nuevo, como el año pasado, provocar un fallo a gran escala del sistema energético del país», dijo el ministro ucraniano de Energía, German Galushchenko.
Según el jefe de la compañía eléctrica estatal ucraniana, este ataque fue el mayor a la infraestructura energética ucraniana desde el comienzo de la guerra.
En Vinnytsia, también resultaron dañadas «infraestructuras críticas», según el alcalde, Serhi Borzov. La administración de la ciudad de Zaporizha, en el sur de Ucrania, también informó de ocho impactos de misiles.
«El mundo ve los objetivos de los terroristas rusos de la forma más clara posible: centrales eléctricas y líneas de suministro de energía, una presa hidroeléctrica, edificios residenciales corrientes, incluso un autobús», declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Según Moscú, las instalaciones eléctricas ucranianas son objetivos legítimos y buscan debilitar al Ejército de Kiev. Además, el Ministerio de Defensa ruso dijo que estos ataques se llevaron a cabo en represalia por los bombardeos ucranianos de la semana pasada, durante las elecciones presidenciales rusas.
Aumenta la tensión entre Rusia y Occidente
El Kremlin oficialmente cambió su retórica sobre la guerra y pasó de describirla como “operación militar especial” a considerar al país en «estado de guerra».
«Sí, empezó como una operación militar especial, pero en cuanto se formó toda esta banda, cuando el Occidente colectivo participó en todo esto junto a Ucrania, para nosotros se convirtió en una guerra. Estoy convencido de ello, y todo el mundo debería entenderlo», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
En respuesta, el presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, dijo que la UE debía construir su propia industria de defensa.
Posibles sanciones adicionales contra Rusia
Este 22 de marzo, Bruselas propuso nuevas sanciones contra Rusia, como la imposición de derechos de aduana «prohibitivos» a los productos agrícolas rusos y bielorusos importados en la UE.
«Hemos visto aumentar considerablemente estas importaciones en 2023. Estos aranceles prohibitivos las harán comercialmente inviables», declaró el comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis.
«También ayudará a poner fin a la práctica rusa de exportar ilegalmente a la UE grano ucraniano robado (…) y a secar una importante fuente de ingresos que le permite financiar su guerra de agresión» contra Ucrania, añadió.
Hasta ahora, la UE había elegido no apuntar ni al sector agrícola ni a los fertilizantes para evitar socavar la seguridad alimentaria mundial. Para responder a esta preocupación, la Unión Europea aclaró que estos elevados derechos de aduana no se aplicarán al tránsito por la UE de productos agrícolas destinados a terceros países de África o Medio Oriente.
Hace unos días, la UE había dicho querer trabajar sobre un plan para utilizar los beneficios de los activos congelados de Rusia para armar a Ucrania.
Estas sanciones fueron denunciadas el viernes por el Kremlin.
«Si estas decisiones se aplican, tendrán consecuencias muy graves para quienes las tomaron», advirtió el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, que también dijo que «los consumidores europeos sufrirán» si la UE grava los productos agrícolas rusos.
EFE/ Reuters/