Puerto Príncipe.- La escalada de violencia sigue causando estragos en Haití y en especial en su capital, Puerto Príncipe, desde dónde más de 53.000 personas se vieron forzadas a huir entre el 8 y el 27 de marzo.
Las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM) también destacan que casi el 70% ya se habían visto obligadas a abandonar sus hogares previamente y vivían con familiares o en refugios improvisados.
La mayoría de ellos se dirigen hacia la península meridional del país, que aún se está recuperando del devastador terremoto de 2021 y donde las deterioradas infraestructuras preocupan a la ONU. También preocupan unas carreteras, a menudo controladas por bandas, donde se producen ataques y violencia sexual.
El número de desplazados desde la capital sigue, por lo tanto, en aumento: La ONU estimó que, en el mes anterior, entre el 5 y el 29 de febrero, la cifra de desplazados desde la capital fue de más de 24 mil.
En cuanto al número total de desplazados internos en todo el país, es de 360 mil.
La ONU ve «sin precedentes» la escalada de violencia
El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, declaró el martes que se estaba produciendo una escala de abusos contra los derechos humanos «sin precedentes en la historia moderna de Haití», incluidos asesinatos, secuestros y violencia sexual. El conflicto también ha bloqueado el transporte de bienes esenciales y ayuda humanitaria a la capital.
«La magnitud de los abusos contra los derechos humanos no tiene precedentes en la historia moderna de Haití», declaró Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La oficina de derechos humanos de la ONU dijo la semana pasada que la violencia de las bandas había matado a más de 1.500 personas en los tres primeros meses del año.
«Ante todo, la prioridad inmediata debe ser restablecer cierto grado de orden público para evitar que la violencia siga perjudicando a la población y garantizar el acceso a la ayuda humanitaria que puede salvar vidas», declaró Turk.
País devastado con fronteras cerradas
Entre enero y febrero, según la IOM, más de 18 mil personas intentaron huir del país sin éxito. La misma organización destaca que los retornos forzados en febrero se efectuaron, en un 95%, desde República Dominicana. En cuanto al 5% restante, fue desde las islas Turcas y Caicos, Bahamas y los Estados Unidos.
Sin embargo, la población se decanta en mayor medida por moverse dentro del territorio. A medida que los países vecinos endurecen sus fronteras marítimas, sólo el 4% manifestó su deseo de emigrar, principalmente a la República Dominicana, que comparte la isla de La Española con Haití.
El gobierno dominicano ha reforzado la seguridad fronteriza, ha descartado los campos de refugiados en su territorio y ha deportado a decenas de miles a través de la frontera.
Alianzas de bandas pretenden hacerse con partes de la capital que aún no controlan y han declarado la «guerra» al gobierno de facto, cuyo primer ministro anunció su dimisión el 11 de marzo mientras se encontraba varado en Estados Unidos.
Inicialmente se esperaba que el primer ministro Ariel Henry fuera sustituido a los pocos días del anuncio con un consejo presidencial de transición formado por representantes de partidos políticos y grupos de la sociedad civil propuestos por los líderes regionales en Jamaica. Pero tres semanas después, la instalación del consejo aún no se ha producido.
Reuters/ AP/