Jerusalén.- Esta vez el objetivo de los cazas israelíes fue una escuela de la ONU en Gaza.
El Ejército de Israel argumenta que allí había combatientes de Hamás implicados en el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y aproximadamente 250 secuestrados, y por el cual se desencadenó la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza con la idea de eliminar al grupo islamista.
Sin embargo, la oficina de comunicación de Gaza dijo que el ataque de este jueves 6 de junio en la escuela de la ONU en Nuseirat mató a al menos 40 personas desplazadas que buscaban refugio en esa zona, en el centro del enclave. Habría varios niños entre las víctimas mortales.
Ismail Al-Thawabta, director de la oficina de medios de comunicación del gobierno de Hamás, rechazó las afirmaciones sobre el oculto puesto de mando de ese grupo en el lugar.
Esto dijo a la agencia de noticias Reuters:
La ocupación recurre a mentir a la opinión pública mediante falsas historias inventadas para justificar el brutal crimen que llevó a cabo contra decenas de desplazados
En su defensa, el Ejército israelí declaró que, antes del bombardeo, había tomado medidas para reducir el riesgo de daños a civiles y aseguró que en el recinto operaban efectivos tanto de Hamás como de la Yihad Islámica. Así lo señalaron en un comunicado:
Hace poco, aviones de combate, dirigidos por la inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet, llevaron a cabo un ataque preciso contra un complejo de Hamás incrustado dentro de una escuela de la UNRWA en el área de Nuseirat
El Ejército israelí afirmó que había evaluado que entre 20 y 30 combatientes estaban localizados en la escuela alcanzada por un ataque aéreo. El portavoz militar israelí, teniente coronel Peter Lerner, afirmó que muchos de los combatientes habían muerto y dijo que desconocía si había víctimas civiles.
Heridos en un hospital que no dan abasto
Las decenas de heridos – que dejó el ataque-, según el gobierno gazatí, fueron llevados al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, que se encuentra al borde del colapso y con el triple de pacientes que puede atender.
Este es el único centro médico disponible para atender a más de un millón de personas en el centro de la Franja, pero está en crisis. A primera hora de la noche del miércoles, 5 de junio, informó que uno de sus generadores eléctricos se había averiado, dificultando el tratamiento de pacientes vulnerables, lo que podría causar “una catástrofe humanitaria”, según el ministerio de Sanidad de Gaza.
Antes del ataque de este jueves, el hospital había recibido “al menos 70 muertos y más de 300 heridos, en su mayoría mujeres y niños, tras los ataques israelíes contra las zonas centrales de la Franja”, según Médicos sin Fronteras.
Alcalde de Nuseirat muere en otro ataque israelí
Horas después de la ofensiva contra la escuela de la ONU, medios informaron que otro ataque aéreo israelí contra un edificio municipal en el centro de la Franja de Gaza dejó cinco muertos, entre ellos el alcalde de Nuseirat, Iyad Al-Maghari.
Según la agencia palestina de noticias Wafa y corresponsales de Al Jazeera en la zona, el alcalde y las otras cuatro personas murieron durante el ataque contra la sede municipal.
Y, en otro ataque aéreo israelí contra una casa en Deir al Balah, en el centro de la Franja de Gaza, tres palestinos murieron y varios más resultaron heridos, informaron fuentes de salud del enclave.
España se suma a la demanda por «genocidio» contra Israel ante la CIJ
El anuncio fue hecho por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una comparecencia urgente en la sede de la cartera.
«Hemos decidido dar este paso tras los acontecimientos de los últimos días en los que vemos que las medidas cautelares del Tribunal Internacional de Justicia se orillan completamente y están muy lejos de cumplirse», afirmó Albares.
Madrid se suma así al caso presentado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en el que sostiene que el Estado de mayoría judía viola la Convención para la Prevención de Genocidios.
Aunque el alto tribunal ordenó a Israel, el pasado 24 de mayo, detener su ofensiva en Rafah, en el extremo sur del enclave donde se había refugiado la mayor parte de la población internamente desplazada, el Estado de mayoría judía no ha cumplido el requerimiento. En cambio, ha recrudecido sus ataques en todo el enclave.
Previamente, el pasado 26 de enero, la CIJ pidió a Israel «prevenir actos de genocidio», pero no ordenó un alto el fuego en todo el territorio gazatí como solicita Pretoria.
Según la legislación internacional, para juzgar este tipo de casos no basta con demostrar la magnitud de muertes, sino que existe una clara intención de masacrar masivamente, uno de los mayores retos para la parte acusadora.
El ministro recalcó que el único objetivo de su Administración es «poner fin a la guerra y empezar a avanzar en la aplicación de la solución de dos Estados».
En una declaración posterior, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, señaló que su país está «en el lado correcto de la historia».
«Es urgente que todos apoyemos al tribunal para que se cumplan las medidas cautelares para detener cualquier operación militar. Y es fundamental que fortalezcamos entre todos Naciones Unidas apoyando el papel del tribunal como máximo órgano judicial de un sistema internacional basado en reglas», aseveró el líder socialista.
Esta medida de España llega luego de que el pasado 28 de mayo, junto a Irlanda y Noruega, reconociera al Estado palestino, lo que desató la furia del Gobierno de Benjamin Netanyahu y una tensión diplomática entre los dos países.
Hamás responderá en los «próximos días» a nueva propuesta de tregua con Israel
Egipto recibió «señales positivas» de Hamás sobre la propuesta de tregua en Gaza y el acuerdo de liberación de rehenes, según informó este jueves el medio de noticias vinculado al Estado Al-Qahera, citando a una fuente de alto nivel.
Asimismo, comunicó que el grupo islamista responderá «en los próximos días» a la oferta que fue presentada la semana pasada por el presidente de EE. UU., Joe Biden, quien aseguró que se trata de un plan diseñado por Israel.
La primera fase del acuerdo presentado por el presidente estadounidense consiste en seis semanas de alto el fuego, que prevé un cese total de hostilidades por seis semanas y la retirada de las fuerzas israelíes de las zonas pobladas del territorio palestino.
Durante ese periodo de tiempo, se iniciarían negociaciones para lograr una segunda fase, a saber, el cese permanente de las hostilidades y el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
El cese al fuego se extendería más allá de seis semanas si continúan dichas conversaciones.
Y la tercera etapa consistiría en el lanzamiento de un amplio plan de reconstrucción para la Franja de Gaza, sostuvo el líder de la Casa Blanca.
Un alto el fuego enredado
Todo esto hace parte de la nueva campaña militar de Israel en el centro de Gaza, ya que no se detendrán los combates durante las conversaciones de alto el fuego. Lo dijo explícitamente el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
Y todavía siguen los cruces de opiniones en referencia a la supuesta propuesta de alto el fuego de Israel, revelada por Biden, que desató comentarios públicos del Gobierno de Israel -que no la encuentra completa del todo, porque no aceptará un gobierno de Hamás en ninguna de sus fases-.
El líder de ese grupo islamista reiteró, el miércoles 5 de junio, que exigiría el fin permanente de la guerra en Gaza y la retirada israelí como parte de un plan de alto el fuego.
“El movimiento y las facciones de la resistencia tratarán de forma seria y positiva cualquier acuerdo que se base en el fin completo de la agresión, la retirada total y el intercambio de prisioneros”, declaró Ismail Haniyeh.
Además, el grupo islamista Hamás aseguró en un comunicado que la nueva propuesta de tregua israelí no recoge las posturas defendidas por Joe Biden en su discurso sobre el fin de la guerra y la retirada de las tropas:
Tras examinar el contenido del documento israelí, está claro que es un documento que no propone las bases correctas para el acuerdo requerido, ya que no garantiza un alto el fuego definitivo, sino uno temporal, y no vincula estrechamente las tres etapas estipuladas.
No obstante, Egipto, Estados Unidos y Qatar, que desempeñan el papel de mediadores, prosiguen sus esfuerzos para lograr un alto el fuego. El primer ministro de Qatar y el jefe de la inteligencia egipcia se reúnen hoy con miembros de Hamás en Qatar, tras ocho meses de guerra.
Luego de la tregua de noviembre, todos los intentos de acordar un alto el fuego han fracasado. De hecho, el miércoles 5 de junio, Israel intensificó sus operaciones terrestres y aéreas y tomó el «control operativo» del campo de refugiados de Bureij y el este de Deir al Balah con ataques que mataron a al menos 75 personas.
Entre tanto, España solicitó este jueves, 6 de junio, intervenir en la demanda por genocidio de Sudáfrica contra las acciones de Israel en Gaza ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo:
Queremos apoyar al tribunal en la aplicación de las medidas cautelares, en particular el cese de las operaciones militares en Rafah para restablecer la paz, el cese de los obstáculos a la entrada de ayuda humanitaria y el cese de la destrucción de infraestructuras civiles
El mes pasado, los jueces de la CIJ dieron la orden a Israel de detener inmediatamente su asalto militar a Rafah, pero esa nación ha hecho caso omiso y los muertos en Gaza ya llegan a 36.654 muertos y se cuentan 83.309 heridos -según el ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás- .Se desconocen los miles de muertos enterrados bajo los escombros.
Hamás ha quedado reducido a entre 9.000 y 12.000 combatientes, según tres altos funcionarios estadounidenses familiarizados con la evolución del campo de batalla -que cita Reuters- frente a las estimaciones estadounidenses de entre 20.000 y 25.000 antes del conflicto. Israel afirma haber perdido casi 300 soldados en la campaña de Gaza.
Mientras tanto, el conflicto entre Israel y Hezbolá, con sede en el Líbano, amenaza con intensificarse.
Ejemplo aterrador
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, consideró este jueves que el bombardeo israelí de las últimas horas contra una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en el centro de Gaza, donde murieron unas 40 personas, es un «ejemplo aterrador» de cómo están sufriendo los civiles en este conflicto.
«Es un nuevo ejemplo aterrador del precio que están pagando los civiles: hombres, mujeres y niños palestinos que solo tratan de sobrevivir, obligados a huir en medio de una espiral de muerte en toda Gaza», dijo el portavoz de la secretaría general de la ONU, Stéphane Dujarric, en un encuentro con periodistas.
Dujarric también incidió en la postura de Guterres de que existe la necesidad de rendir cuentas «por todo lo que está ocurriendo en Gaza», una guerra en la que 36.650 palestinos han perdido la vida y otros 83.300 han resultado heridos desde el pasado 7 de octubre, cuando se produjo un ataque masivo de Hamás en suelo israelí.
«Por supuesto que (Guterres) condena este ataque. Tendrá que haber rendición de cuentas por todo lo que ha ocurrido en Gaza», concretó Dujarric al ser preguntado sobre la visión del secretario general de la ONU sobre el bombardeo.
Según el Estado judío, en el ataque de la escuela de la UNRWA se encontraban entre 20 y 30 terroristas de Hamás que participaron en los ataques de octubre pasado y, además, aseguraron que impactaron contra este centro educativo minimizando «el riesgo de herir a civiles no involucrados».
En estos bombardeos murieron unas 40 personas -14 de ellas niños y 9 mujeres- y resultaron heridas 74, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
La UNRWA sitúa la cifra en una horquilla de entre 35 y 45 víctimas mortales.
Desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza hace 8 meses, más de 180 edificios de la UNRWA, en su mayoría escuelas convertidas en refugios, han sido atacados y han muerto más de 450 personas desplazadas en esas instalaciones.
Israel mantiene aún sus operaciones en la Franja de Gaza, concentradas en Rafah (sur) y Deir al Balah y Bureij (centro), y en el último día causó en todo el territorio palestino 68 muertes y 235 heridos, de acuerdo al Ministerio de Sanidad gazatí.
EFE/ Reuters/