Ucrania honra a sus caídos en el décimo aniversario de la masacre de Ilovaisk

Kiev.- Miles de militares y civiles ucranianos en Kiev y otras ciudades del país honraron este jueves la memoria de los soldados que han muerto en la última década defendiendo a la nación de la invasión rusa con motivo del Día del Recuerdo de los Defensores de Ucrania, que conmemora la jornada con más bajas ucranianas en la batalla de Ilovaisk.

“Lo que ocurrió hace diez años demuestra que no se puede negociar con los rusos”, dice a EFE el bloguero y activista ucraniano Alex Sharvarko delante del muro sobre el que se exhiben en Kiev los rostros de miles de soldados ucranianos caídos.

Sharvarko hace referencia a la masacre perpetrada por los rebeldes prorrusos -según Kiev con participación del Ejército regular ruso- que asediaban la ciudad de Ilovaisk, en la región ucraniana de Donetsk, cuando las fuerzas ucranianas se retiraron, sin haber dejado su armamento como les exigía el enemigo, por un corredor pactado previamente con Moscú y los rebeldes.

Un número nunca aclarado de soldados ucranianos murieron bajo fuego enemigo en la retirada. En total, cerca de 400 combatientes ucranianos murieron en toda la batalla de Ilovaisk, una de las más importantes en la guerra que estalló en 2014 en Donetsk y Lugansk al declarar los rebeldes prorrusos la independencia de parte de esas dos regiones.

Lo ocurrido durante la retirada de Ilovaisk marcó un antes y un después en la percepción sobre Rusia de muchos ucranianos, que aún hoy ven lo que consideran un ataque a traición a sus tropas como una prueba definitiva de la futilidad de cualquier pacto con los rusos.

Ofrendas florales y oraciones en Kiev

El punto neurálgico de la conmemoración en la capital fue uno de los muros que rodean el perímetro de la catedral de San Miguel de las Cúpulas Doradas. Allí pueden verse, junto a datos personales de cada uno como las fechas de sus nacimientos y de sus muertes, los rostros de parte de los ucranianos que han muerto desde 2014 luchando por la integridad territorial y la independencia de Ucrania.

“He venido a honrar a un íntimo amigo al que mataron los rusos en 2022 mientras defendía Bajmut”, dice a EFE frente al mosaico de fotografías un profesional ucraniano del sector del comercio y las importaciones que se identifica como Denís.

Además de recordar a su amigo, un veterano de la operación militar ucraniana contra los rebeldes en Donetsk y Lugansk que volvió a alistarse al Ejército para luchar contra la invasión directa rusa que empezó en febrero de 2022, Denís también rinde homenaje a los compañeros de armas de su padre que perdieron la vida hace una década en Ilovaisk.

“Mi padre también estuvo allí y por suerte sobrevivió; he venido aquí también para honrar a sus camaradas”, dice antes de colocar, arropado como cada año por su esposa, dos girasoles en el segmento del muro en el que están las fotografías de quienes lucharon con su padre.

Sin espacio en el muro

Diez años de hostilidades y la explosión del número de muertos que se produjo con el comienzo de la agresión a gran escala que el Ejército ruso empezó hace dos años y medio están dejando sin espacio al muro del recuerdo del centro de Kiev.

El mural empieza con la exposición ordenada y simétrica de fotografías del mismo formato y gana en espontaneidad a medida que se aleja del comienzo.

La frecuencia con que desde febrero de 2022 hay que sumar nuevos rostros a la galería de caídos obliga a la improvisación. Las nuevas fotos están impresas en distintos tamaños y estilos, y se van pegando sin el orden del comienzo en los pocos rincones de pared que van quedando vacíos.

Poco después del mediodía, y en medio del goteo incesante de ucranianos anónimos que dejan flores a los pies del muro, un grupo de militares de uniforme muestran sus respetos con solemnidad acompañados por un pope ortodoxo.

Bajo un sol de justicia y entre el rumor de los generadores eléctricos que suplen el déficit de energía provocado por los bombardeos rusos, ucranianos de todas las edades y condiciones se paran ante los retratos para santiguarse, arrodillarse o simplemente guardar silencio en señal de respeto a quienes han sacrificado sus vidas para que Ucrania siga existiendo como Estado independiente. /EFE

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