QUITO.- Este 4 de octubre, las autoridades ecuatorianas confirmaron que al menos 15 personas murieron y otras 21 resultaron heridas tras un motín en la cárcel de Cotopaxi Número 1. Todo en medio de la oleada de violencia en los centros penitenciarios del país, que las organizaciones de DD. HH. achacan al abandono del Estado y el mandatario conservador, Guillermo Lasso, a los enfrentamientos entre grupos ilegales.
Es un episodio recurrente en el país andino. El lunes 3 de octubre en la noche se desató un motín en la cárcel Cotopaxi Número 1, en las inmediaciones de la ciudad de Latacunga, que se saldó con al menos 15 fallecidos y 21 heridos. Así lo informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), que aseguró que cuando las autoridades carcelarias recuperaron el control del centro penitenciario ya no se pudo hacer nada por las víctimas.
Todo comenzó con una simple recolección y actualización de datos en Cotopaxi Número 1. Los presos participaban en la actualización del censo penitenciario ecuatoriano cuando empezaron los enfrentamientos. Al darse cuenta de la situación, el SNAI avisó a la policía para activar «todos los protocolos de seguridad, con la finalidad de proteger la seguridad del centro carcelario».
Los equipos tácticos de la Policía ingresaron en el centro para intentar retomar el control y las Fuerzas Armadas resguardaron los alrededores. Algunos civiles registraron imágenes de cómo algunos reos se intentaron refugiar en los techos del edificio para evitar involucrarse en los enfrentamientos.
La SNAI ha advertido que la cifra de muertos podría aumentar en cualquier momento, ya que el trabajo de los médicos forenses y las investigaciones están todavía en marcha. En redes sociales se baraja la versión de que entre los fallecidos estaría Leandro Norero, acusado de dirigir la banda de narcotráfico Jalisco Nueva Generación.
“Respecto a la muerte del procesado Leandro N., la Fiscalía de Ecuador informa que luego de las pericias de identificación correspondientes se podrá confirmar o no su deceso”, sostuvo la Fiscalía de Ecuador al respecto de las especulaciones.
Luego de los enfrentamientos registrados en el CPL #Cotopaxi, 15 cadáveres de PPL se levantaron en el lugar. Respecto a la muerte del procesado #LeandroN., #FiscalíaEc informa que luego de las pericias de identificación correspondientes se podrá confirmar o no su deceso.
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) October 4, 2022
Mientras, como ya ha pasado en anteriores ocasiones en este tipo de reyertas, los familiares de los reos esperan en las inmediaciones a que les den información sobre el paradero y estado de sus seres queridos.
Una tragedia de largo recorrido en Ecuador
El problema en las cárceles ecuatorianas viene de largo. Solo en 2021, al menos 316 presos murieron durante varios motines carcelarios en Ecuador. Una cifra que supera los más de 400 muertos en cárceles si nos remontamos al 2020, fruto principalmente de enfrentamientos entre bandas ilegales rivales.
En 2006, cuatro presos murieron y 22 resultaron heridos en medio de un tiroteo en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
Salvo este hecho más bien aislado, la verdadera escalada de violencia penitenciaria fue a partir de finales del 2020. En diciembre de ese año al menos ocho reos murieron en la prisión Número 2 de Esmeraldas, en un supuesto conflicto para ver quién se quedaba con el control de la cárcel.
En 2021, el 23 de febrero se dieron tres motines simultáneos: en los centros penitenciarios de Guayas, Azuay y Cotopaxi. Un suceso que se saldó con al menos 80 decesos en los tres lugares, 20 de ellos decapitados, todo como supuesta represalia al asesinato de un narcotraficante conocido como alias el ‘Rasquiña’.
El 21 de julio volvieron las reyertas en los penales de Cotopaxi y en el Número 1 de Guayas, con un saldo de 22 muertos. Ante el brote de violencia, el presidente Guillermo Lasso se decantó por declarar el estado de emergencia.
Pero el incidente más grave que se ha registrado en los últimos tiempos fue el 28 de septiembre de 2021, cuando 120 reos fallecieron en un motín en la conocida como Penitenciaría del Litoral, el Centro de Privación de Libertad Número 1 de Guayaquil.
Desde entonces se han registrado al menos cinco motines más y decenas de muertos en ellos. La última antes de la de este lunes fue hace menos de tres meses, en Santo Domingo de los Colorados.
¿Por qué hay tantos motines en las cárceles en Ecuador?
Si bien la violencia entre bandas es uno de los principales motivos de estos episodios, no es el único. El Gobierno del conservador Guillermo Lasso ha atribuido esta violencia a las luchas entre bandas por las rutas de narcotráfico y el control de diversas zonas del país, estratégico en el contrabando de drogas por su ubicación entre Colombia y Perú. Pero es una problemática que va más allá.
«Ecuador se encuentra bajo una grave amenaza externa por el ataque de las mafias del narcotráfico, las mismas que pretenden tomar control de los centros de privación de libertad del país y quitarnos la libertad en las calles y ciudades», afirmaba el presidente Lasso durante una rueda de prensa en noviembre de 2021.
Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado que este problema se centra más bien en la ausencia del propio Estado. En un informe al respecto de la situación, la organización sostuvo que el sistema penitenciario de Ecuador está asolado por el abandono estatal, la ausencia de una política integral y las malas condiciones de los reclusos.
“La CIDH identifica la ausencia de control efectivo por parte del Estado en los centros donde ocurrieron los hechos de violencia más graves, lo que habría derivado que en la práctica el control intracarcelario esté a cargo de las propias personas detenidas”, apuntó la organización en su informe sobre la crisis de cárceles en la nación andina.
Algo que se suma a la connivencia del Estado y sus funcionarios con los integrantes de las redes de narcotráfico. El 20 de septiembre, la policía detuvo a tres agentes de Cotopaxi Número 1 por participar en el tráfico de municiones, tras ser descubiertos intentando ingresar casi 500 balas a la cárcel.
En las redadas y requisas después de los episodios de violencia, la policía siempre ha dado con armas de fuego, armas blancas -como machetes- y diferentes tipos de municiones.
Corrupción, enfrentamientos entre bandas, abandono estatal y hacinamiento hacen parte del ambiente de las cárceles ecuatorianas. En la actualidad, Ecuador tiene 36 prisiones que albergan a más de 32.000 reclusos y superan en un 11,3 % su capacidad máxima, según cifras oficiales.
EFE/ Reuters/