TEHERÁN.- La República Islámica de Irán publicó un informe médico este viernes 7 de octubre en el que se asegura que la muerte bajo custodia de Mahsa Amini fue producto de una «enfermedad cerebral» y no a causa de golpes mientras estaba en manos de la policía. Las protestas y huelgas nacionales continúan desde la muerte de la joven a pesar de la fuerte represión y una versión oficial sobre la causa de la muerte que despierta varias dudas.
Según un informe forense oficial iraní, la muerte de Mahsa Amini «no fue causada por ningún golpe en la cabeza ni en las extremidades» sino que estaría relacionada con «una intervención quirúrgica por una lesión cerebral a la edad de 8 años» que habría sufrido la joven.
«El 13 de septiembre, perdió repentinamente el conocimiento y luego se desplomó. Sufría un trastorno del ritmo cardíaco y una bajada de tensión. A pesar de ser trasladada al hospital de Kasra (en Teherán) y de los esfuerzos del personal médico, murió el 16 de septiembre por un fallo orgánico múltiple causado por hipoxia cerebral”, describe el informe.
El 19 de septiembre, Amjad Amini, su padre, declaró a la agencia de noticias iraní Fars que su hija estaba «en perfecto estado de salud». También dijo que su hija había sufrido contusiones en las piernas, pero el informe no indica si la mujer sufrió alguna lesión.
Mahsa Amini, kurda-iraní de 22 años, murió el 16 de septiembre, tres días después de ser detenida por la Policía de la Moral por violar el estricto código de vestimenta.Desde entonces, Irán ha sido sacudido por una ola de protestas en varias ciudades del país que se han convertido en las más grandes desde las manifestaciones de 2019 contra el aumento de los precios de los combustibles.
Desde el inicio del estallido social, al menos 154 personas murieron, incluyendo menores, según la ONG Iran Human Rights. Los manifestantes han muerto en 17 provincias, Sistán y Baluchistán, Mazandaran, Gilan y Azerbaiyán Occidental son las más afectadas.
La voz de los estudiantes
En los últimos días, la ola de protestas llegó a las escuelas y universidades. Son chicas de entre 17 y 19 años, pero también jóvenes que decidieron manifestar su descontento cuando retomaron las clases.
Varios estudiantes protestaron en la Universidad Tecnológica de Sharif, considerada la mejor del país. Las mujeres se quitaron el velo y se enfrentaron a la policía antidisturbios.
Decenas de estudiantes fueron amenazados e incluso llevados por la policía. El movimiento fue apoyado por las escolares de todo el país, que adoptaron varias tácticas, como quitarse el velo o gritar consignas contra el régimen.
“Muerte al dictador», cantó un grupo de chicas sin hiyab en Teherán este lunes, en referencia al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Otro grupo de chicas cantaba: «¡Mujer, vida, libertad!» mientras marchaban por el barrio de Gohardasht, en Karaj.
«Son escenas realmente extraordinarias. Si estas manifestaciones tienen que desembocar en algo, será gracias a los ecologistas», declaró Esfandyar Batmanghelidj, del sitio de información y análisis Bourse&Bazaar.
La represión llega hasta Internet
Además de la represión física que ya dejó más de 150 muertos, las autoridades iraníes también intentaron bloquear el acceso a la información, deteniendo a periodistas e imponiendo fuertes restricciones a Internet.
La conexión está frecuentemente interrumpida en muchas regiones del país y está completamente cortada en las regiones kurdas, de donde procedía Mahsa Amini. Para escapar a la censura, los iraníes usan las redes privadas virtuales, pero ya están siendo perseguidas por las autoridades.
El corte de Internet es una estrategia usada por el régimen iraní para impedir el flujo de información entre los manifestantes. En 2019, Internet estuvo completamente cortado durante casi diez días cuando los iraníes salieron a la calle.
Este miércoles, el fiscal general Mohammad Jafar Montazeri acusó a las redes sociales de fomentar el movimiento estudiantil. «El hecho de que los jóvenes de 16 años estén presentes en estas manifestaciones está provocado por las redes sociales», declaró.
Aplicaciones como Whatsapp e Instagram han sido bloqueadas y se unen a Facebook y Twitter, que ya no estaban accesibles en el país, aunque los usuarios las usaban con VPN a los cuales las autoridades también se atacaron.
Irán acusa a Estados Unidos e Israel de estar detrás del estallido
Este lunes, en su primera declaración oficial desde la muerte de Mahsa Amini, el Ayatolá Alí Jamenei describió la muerte de la joven como un “incidente” y acusó a Estados Unidos de estar atrás de las protestas.
«Digo claramente que estos disturbios e inseguridades fueron diseñados por Estados Unidos y el régimen sionista usurpador y falso. Se han sentado y han planeado esto, han planeado esto. Y los que cobran sus sueldos, siendo algunos iraníes traidores en el extranjero, les han ayudado», dijo el líder.
El movimiento de protesta creció rápidamente en Irán, con chicas cortándose el pelo y quemando su hiyab en público. En varias partes del mundo, mujeres apoyaron al movimiento, como en Francia, donde varias actrices como Marion Cotillard o Juliette Binoche se cortan el pelo en las redes sociales.
Según el líder iraní, las protestas no tienen que ver con un cuestionamiento de la República Islámica dentro del país sino por parte de Estados Unidos.
“No se trata del hiyab en Irán. Muchas mujeres iraníes que no observan el hiyab a la perfección se encuentran entre los firmes partidarios de la República Islámica. Se trata de la independencia y la resistencia del Irán islámico. Estados Unidos no puede tolerar un Irán fuerte e independiente,” publicó en Twitter.
Sin embargo, el velo se convirtió en un símbolo político de cansancio hacia el rígido sistema iraní. Aunque las mujeres iraníes tienen algunos derechos políticos, el Código Civil las sitúa en una situación de inferioridad estructural respecto a los hombres.
Los manifestantes también critican con dureza la controvertida Policía de la Moral. Desde la revolución iraní de 1979, este cuerpo se encarga de la aplicación de la ley en las calles y desde 2016, se puso más estricta, vigilando escrupulosamente a las mujeres.
Según Amnistía Internacional, “ser visto en público sin un pañuelo en la cabeza puede dar lugar a diversas sanciones: detención, encarcelamiento, flagelación o multa».
EFE/ AFP/ Reuters/