Trabajar juntos en «tiempos de agitación», propone Xi a Scholz en su primera visita oficial a China

BEIJING.- Profundizar las relaciones económicas entre Alemania y China, así como mediar en la guerra de Rusia en Ucrania son los puntos clave que el presidente chino Xi Jinping y el canciller alemán Olaf Scholz prometieron trabajar. El encuentro genera críticas en Europa por el apoyo tácito de Beijing a Moscú.

Una controvertida visita que busca un mayor acercamiento entre las dos economías más importantes de Europa y Asia.

En su primera visita oficial a Beijing, el canciller alemán, Olaf Scholz, dejó claro que busca profundizar las relaciones comerciales de su país con China. Un objetivo para el que pidió al presidente Xi Jinping lazos financieros “de igual a igual”.

“Ese es el objetivo de un buen intercambio y estoy encantado de que esto sea posible”, afirmó Scholz en su declaración de apertura, tras ser recibido por el mandatario chino en el denominado Gran Salón del Pueblo.

Por su parte, Xi manifestó la necesidad de una mayor cooperación entre las dos economías más importantes de Europa y Asia, en medio de “tiempos de cambio y agitación”.

“En la actualidad, la situación internacional es compleja y cambiante. Como potencias influyentes, China y Alemania deberían trabajar juntas en tiempos de cambio y caos para hacer más contribuciones a la paz y el desarrollo mundial», aseguró el mandatario chino.

Berlín y Beijing ostentan significativos intercambios comerciales con la rápida expansión china y la demanda de automóviles y maquinaria alemana que ha impulsado su propio crecimiento en las últimas dos décadas.

Solo Mercedes Benz vendió 758.863 autos en China el año pasado, más que en cualquier otro país, según cifras de la compañía.

Sin embargo, en medio de la inflación histórica y la recesión que se avecina en Alemania, Scholz busca enfatizar la necesidad de una cooperación continúa con el gigante asiático, subrayan los analistas.

Ucrania y Taiwán, en la agenda de Xi y Scholz

En medio de la reunión seguida de cerca por Occidente, el presidente chino pidió conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania y dijo estar en contra de un eventual conflicto nuclear.

Xi “señaló que China apoya a Alemania y a la UE en el desempeño de un papel importante en la promoción de las conversaciones de paz y la construcción de un marco de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible”, informó la cadena estatal ‘CCTV’ sobre las conversaciones entre los dos líderes este viernes.

Sin embargo, diversos gobiernos occidentales ven con desconfianza el respaldo diplomático brindado por Beijing a Moscú, mientras se niega a apoyar medidas propuestas por Naciones Unidas en represalia por lanzar el conflicto.

El Gobierno chino también ha acusado a Estados Unidos y a la OTAN de provocar el ataque y criticó mordazmente las sanciones económicas impuestas a la Administración de Vladimir Putin, con quien se ha reunido durante la guerra.

La comunidad internacional debe “crear las condiciones para la reanudación de las negociaciones (y) oponerse conjuntamente al uso o amenaza del uso de armas nucleares”, dijo Xi este 4 de noviembre, en el marco de la visita de Scholz.

En una rueda de prensa posterior, Scholz señaló que le dijo a Xi que “es importante que China ejerza su influencia sobre Rusia (…) El presidente Xi y yo coincidimos en que las amenazas nucleares son irresponsables y muy peligrosas. Al usar armas nucleares, Rusia cruzaría una línea que la comunidad internacional ha trazado”, remarcó.

Mientras crecen las tensiones por las amenazas de China a Taiwán, isla autónoma que reclama como propia, Scholz también aseguró al líder chino que “cualquier cambio en el status quo de Taiwán debe ser pacífico o de acuerdo mutuo”.

“Hoy abordé nuestra creciente preocupación por la estabilidad y la paz en la región. China tiene una responsabilidad especial aquí. Al igual que Estados Unidos y muchos otros países, seguimos la política de ‘Una China’”, afirmó el canciller alemán a la prensa sobre las conversaciones privadas con Xi.

Una visita sensible vista con reticencia desde Europa

La visita de Scholz a China, la primera de un líder de una nación del G7 en tres años, prueba las aguas de las relaciones entre Beijing y Occidente después de años de crecientes tensiones.

El viaje diplomáticamente sensible se produce cuando Alemania y la Unión Europea trabajan en su estrategia hacia China.

El encuentro, que refuerza las relaciones exteriores de China, resulta beneficioso para Xi, especialmente después de que recientemente culminara el Congreso del Partido Comunista en el que el mandatario aseguró un tercer mandato consecutivo y consolidó su poder en el núcleo del partido gobernante.

En las últimas semanas, las tensiones en Europa por un mayor acercamiento entre Berlín y Beijing salieron a la luz por el acuerdo que permite a la compañía china Cosco tener una participación en la terminal portuaria de Hamburgo.

Ese asunto causó disputas internas en la coalición del Gobierno alemán, pese a las cuales Scholz siguió adelante y la participación china fue aprobada. El papel del país asiático en industrias clave, desde la construcción naval hasta los vehículos eléctricos, sumado a los vientos en contra hacia Alemania en materia económica, demuestra que Scholz necesita la cooperación con China más que su predecesora, Ángela Merkel, indican algunos expertos.

“Lo que tenemos claro es que no creemos en ideas de desvinculación (con China) pero también está claro que eso tiene algo que ver con los lazos económicos de igual a igual, con la reciprocidad, con el tema de que hay que dar acceso a la inversión por igual», ratificó en un comunicado el primer ministro chino, Li Keqiang.

Pero la profundización de sus relaciones genera cuestionamientos sobre si la primera economía de Europa se está convirtiendo demasiado dependiente del mercado chino. Un acercamiento considerado por algunos como una línea roja que no debería cruzarse dada la experiencia que deja la gran dependencia de naciones del continente en la energía de Rusia.

La guerra lanzada por Moscú contra Ucrania y sus respectivas consecuencias por las sanciones económicas de Occidente han causado graves consecuencias inflacionarias.

Reuters/ AP/

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