Blinken denuncia que Beijing provee armas a Moscú: Las tensiones entre China y EEUU se trasladan a la guerra en Ucrania

WASHINGTON.- El conflicto con Taiwán, acusaciones de ocultar información sobre la propagación del Covid-19, la conformación de la alianza trasatlántica Quad, la instalación de bases militares en Filipinas, el avistamiento de globos de presunto espionaje sobrevolando espacios aéreos internacionales…

Las relaciones entre Estados Unidos y China se han tensado paulatinamente durante los últimos meses y en diversos frentes, cada vez más lejos del retorno cordial que caracterizó el trato entre las dos economías más importantes del mundo. Y esta vez la disputa se mueve a otro asunto: Ucrania, la guerra y sospechas de armamento para Rusia.

Quien encendió la nueva mecha entre naciones fue el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien el domingo aseguró tener pruebas de que Beijing contemplaba la posibilidad de abastecer a Moscú con armas para sostenerse en la guerra en el Este de Europa.

El diplomático alertó que podría ser un punto irreversible en el trato bilateral si efectivamente China decide romper su neutralidad. “Hasta ahora hemos visto que proporcionan apoyo no letal a Rusia para su uso en Ucrania. Nuestra preocupación ahora se basa en que están considerando brindar apoyo letal, según información que tenemos”, afirmó.

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Blinken, que abortó un viaje de alto nivel a China por la polémica de los globos, habló el domingo en el programa ‘Face the Nation’ que se emite en la cadena ‘CBS’ durante su estadía en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

El jefe de la diplomacia estadounidense remarcó que esa posibilidad les preocupa desde el inicio de la invasión rusa, la cual sucedió semanas después de que los presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping se reunieran para hablar de “una asociación sin límites”.

Sin embargo, el lunes Blinken volvió a referirse al tema en una conferencia junto a su homólogo turco y recalcó que habría “problemas con muchos países, no solo con Estados Unidos”.

En la cumbre en suelo alemán, Blinken tuvo un encuentro cara a cara con Wang Yi, el director de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, donde le remarcó las severas consecuencias que habría si Beijing toma un rol activo en el bando ruso.

China responde que Estados Unidos no está en posición de darle órdenes a China 

La alocución de Blinken, justo cuando se espera la llegada de Wang Yi a territorio ruso como cierre de una gira que incluyó a Francia, Italia y Hungría, cayó mal en China. Este lunes 20 de febrero respondió con un tono firme, lejos de querer poner paños fríos en la situación.

“Quien no para de proporcionar armas al campo de batalla es Estados Unidos, no China. No están cualificados para dar órdenes a China y nunca aceptaremos que dicten o impongan cómo deben ser las relaciones chino-rusas”, arremetió el portavoz de Exteriores, Wang Wenbin.

Desde el estallido de la guerra, Beijing ha forjado una postura neutral entre Occidente y el Kremlin. No ha acatado las restricciones de la comunidad internacional ni ha repudiado o apoyado abiertamente el accionar ruso –incluso hablaron de respetar “la integridad territorial” ucraniana-, pero se constituyó como una solución de Moscú contra las sanciones occidentales.

El vocero chino volvió a ratificar que la postura de la Administración de Xi es “promover la paz y el diálogo”, tal como pide la comunidad internacional. En tanto que instó a Washington a “reflexionar” y obrar para “enfriar la situación” y buscar la paz.

No obstante, el tono del Gobierno chino hacia Estados Unidos tampoco fue tan conciliador durante estas horas: el Ministerio de Exteriores del gigante asiático difundió un documento donde lo acusa de interferir en asuntos de otros países para solventar su “supremacía mundial”.

El artículo titulado ‘La hegemonía estadounidense y sus peligros’ explica en cinco puntos –desde una óptica crítica china- cómo el país norteamericano se ha movido con “más audacia” desde el final de la Segunda Guerra Mundial para mantener su estatus y ganar influencia.

Según la publicación, Estados Unidos ha fomentado conflictos bélicos ajenos para adjudicarse la bandera de la democracia, por un lado, mientras por el otro forja bloques internacionales –como la OTAN o la Quad- que “avivan el conflicto y la confrontación”.

En este informe ejemplifican con el accionar de Washington en Venezuela, citando al exsecretario de Estado Mike Pompeo, donde el funcionario admite un plan de intervención para “forzar a Nicolás Maduro a llegar a un acuerdo con la oposición o privar al país de su capacidad de vender petróleo u oro”.

Beijing enumeró los movimientos políticos (como el mencionado anteriormente), su onerosa inversión anual en materia militar o sus posturas en el mercado mundial para empobrecer otras divisas, entorpecer a países en desarrollo, generar inestabilidad y una consiguiente dependencia extranjera hacia la Casa Blanca.

Las tensiones entre ambas potencias mundiales continúan avanzando, con acusaciones importantes y respuestas fuertes, lo que hace prever que la corrección dialéctica –endeble- en la que estuvieron durante años está cada vez más lejos de restablecerse.

Ucrania pide a China neutralidad, la Unión Europea la exige

El presidente Volodimir Zelenski, en testimonios con el diario alemán ‘Die Welt’, remarcó que una participación activa de Beijing en la guerra en Ucrania derivaría en una guerra mundial.

El jefe de Estado, que en cada alocución pide más armamento, reaccionó tras los dichos de Antony Blinken sobre un posible suministro de apoyo letal de China a Moscú.  “Si se alía con Rusia, habrá una guerra mundial y creo que China es consciente de eso”, afirmó Zelenski.

El mandatario agregó que para Kiev “es importante que China no apoye a la Federación Rusa en esta guerra” y reconoció que le gustaría que estén de su lado, aunque no ve eso como una posibilidad concreta.

En un tono más adusto habló el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien advirtió a China que proporcionar armas a los invasores de Ucrania sería cruzar “una línea roja” en los lazos con el club comunitario.

El español detalló que se lo expresó a Wang Yi en una reunión durante el fin de semana, en Múnich. “Expresé nuestra fuerte preocupación y pedí que no lo hiciera”, subrayó. Y si bien aclaró que confían en que Beijing no accione, advirtió que permanecerán vigilantes.

En otros asuntos, la cartera de Exteriores china confirmó que su vicecanciller, Sun Weidong, se dirigirá a Japón el martes para dialogar de seguridad con los encargados nipones, una reunión que se hacía con regularidad hasta que se interrumpió en febrero de 2019.

“Las dos partes intercambiarán puntos de vista de manera amplia y profunda sobre las políticas de seguridad en las relaciones chino-japonesas”, dijo el portavoz sobre el cónclave que tendrá Weidong con su par japonés, Shigeo Yamada.

EFE/ Reuters/

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