Elecciones primarias, consenso y candidatos directos son las propuestas para lograr una candidatura única opositora, que tensan la cuerda en la antesala a las elecciones presidenciales del próximo año.
Los defensores del consenso no pasan de la propuesta. Hasta ahora no han develado quienes son sus candidatos y si la metodología de selección, será mediante una convención, encuesta o un simple acuerdo de cúpulas.
Esta propuesta no ha tenido mayor relevancia ni apoyo entre los ciudadanos, precisamente porque nadie sabe en detalle, en qué consiste.
Por otro lado, están los que no quieren ser parte de la solución sino más bien el problema, porque ante la carencia de sus liderazgos, han decidido apostar en convertirse más que en candidatos, en obstáculos de la unidad, y todo para que en algún momento los llamen a negociar, sea el bando del gobierno o de la oposición. Para ellos lo más importante es sacar provecho de sus acciones, por más despreciables que estas sean.
Esa política del chantaje, es de la que estamos cansados todos los venezolanos. Las elecciones primarias son en definitiva, la opción que cuenta con la aceptación de la mayoría de los venezolanos por considerarlas la vía democrática para elegir el candidato único de oposición, y ya hay nombres que comienzan a tomar fuerza y no es de extrañarse, que sean precisamente los que no están vinculados a esos grupos de mercaderes de la política, ni a los inmensamente cuestionados en su probidad.
Pero más allá de quien resulte ganador, el éxito de las primarias estará determinado por la totalidad de votos que resulten de la contienda, es por esto que una de las tareas fundamentales de la comisión nacional de las primarias, es precisamente la de demostrar la suficiente transparencia e imparcialidad que un árbitro debe tener, con el propósito de motivar la participación de todos y una votación masiva.
Froilán Sánchez
