Régimen de Ortega congela cuentas bancarias de varias diócesis en Nicaragua

MANAGUA.- Hasta el momento, ni las autoridades gubernamentales ni los bancos responsables de las cuentas bloqueadas se han pronunciado públicamente al respecto, sin embargo, múltiples miembros de la iglesia católica nicaragüense han reportado problemas con las cuentas de sus parroquias.

La abogada nicaragüense exiliada, Martha Patricia Molina, publicó en su perfil de Twitter capturas de pantalla provenientes del celular del encargado de las cuentas de la Arquidiócesis de Managua, en donde se muestran distintos intentos fallidos por hacer transferencias bancarias desde la cuenta.

«Congelar las cuentas es un grave golpe para la Iglesia, porque también tiene compromisos que pagar. Inclusive están siendo afectadas casas de formación, donde hay planillas que pagar, recibos de servicios básicos y otros gastos», mencionó Molina al diario ‘El País’.

 Persecución a la Iglesia católica en Nicaragua

«El bloqueo de las cuentas bancarias de varias diócesis de la Iglesia católica en Nicaragua es un acto extremo de agresión y de persecución a la Iglesia», declaró Félix Maradiaga, miembro de la oposición política al Gobierno centroamericano y que fue desnacionalizado por el mismo.

El Gobierno presidido por Daniel Ortega ha generado grandes tensiones con los miembros de la iglesia católica en el país, ya que la institución religiosa ha sido vocal en sus denuncias por autoritarismo y abuso de poder en Nicaragua.

Lo anterior ha provocado múltiples expulsiones y encarcelamientos de autoridades eclesiásticas en territorio nicaragüense. La más reciente fue la detención del sacerdote Jaime Iván Montecinos, investigado por «cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación».

Una «dictadura grosera»

Las tensiones entre la Iglesia católica y el Gobierno sandinista han escalado hasta altas esferas de ambos lados. El pasado 10 de marzo, la autoridad máxima del catolicismo, el papa Francisco, calificó al Ejecutivo de Daniel Ortega como «una dictadura grosera», además, agregó que el dirigente nicaragüense tiene un «desequilibrio».

En respuesta a las declaraciones, a la Administración nicaragüense rompió sus relaciones diplomáticas con el Vaticano, lo que generó malestar general en la comunidad católica dentro del país.

Félix Maradiaga menciona que, debido al «peso moral de la iglesia en Nicaragua, es un obstáculo para los planes de los Ortega-Murillo, de consolidar una dictadura dinástica». Desde 2018, el país centroamericano vive una crisis política intensa, coronada por la controversial cuarta reelección del presidente Ortega en 2021.

EFE/

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