Yaxmin González Jiménez
ACARIGUA.- En ocasión de los 404 años de la fundación de la ciudad de Acarigua, el presidente del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), Edgar Rivero, aseveró que «a pesar del padrinazgo nacional con el que cuenta el actual alcalde Rafael Torrealba se percibe una gestión local disminuida», de allí que lo instó a ir más allá del «acomodo habitual de una área determinada, llámese plaza o avenida, con motivo del aniversario de la capital del municipio Páez».
Al mencionar el eslogan “Acarigua Milenaria” escogido por el mandatario municipal, el dirigente político indicó que lejos de ser una metropoli anclada en el devenir de los más actualizados enfoques gerenciales de la época, «hasta los momentos esta ha sido indescifrable, repercutiendo negativamente en la condición de vida de sus habitantes y por lógica en el avance de la ciudad».
-La ciudadanía está cansada de los slogans rimbombantes y en ocasiones rebuscados para justificar la programación efímera de un aniversario, la ciudadanía quiere hechos concretos que vayan más allá del asfaltado incompleto de una calle o avenida, requieren planes o programas perdurables en el tiempo que permitan de forma real elevar la calidad de vida de los habitantes, enfatizó.
Rivero comentó que la población aboga por la creación y ejecución de un sistema de atención primaria de salud, programas de ayuda para el adulto mayor, al tiempo de «conocer a ciencia cierta y de forma transparente cómo ha sido la evolución de la actual gestión administrativa tributaria en estos últimos tiempos, en pocas palabras en que se invierte el dinero recaudado, calibrar sin complejo la interacción real de una gestión local con la cacareada participación ciudadana y la puesta en práctica de un plan factible de reducción de riesgos ambientales y adaptación al cambio climático, no se justifica que una simple llovizna sea motivo de caos en la ciudad».
Manifestó que esta fecha aniversaria debe ir más allá de justificar un presupuesto determinado vinculado a una programación que no genera ni frío ni calor. «La realidad obliga a los gobiernos municipales a jugar un rol fundamental, pues buena parte de las necesidades se relacionan con las competencias que debe gestionar este nivel de gobierno, en un claro ejercicio para la democracia, cercano a los habitantes de cada municipio, que desean obtener respuestas seguras para su cotidianidad, para su vida local», apuntó.