Rusia acusa a Occidente de intentar «prolongar» el conflicto en Ucrania

MOSCÚ.- El presidente ruso Vladimir Putin acusó este 16 de agosto a Estados Unidos y sus aliados occidentales de intentar dilatar la guerra en Ucrania y de convertir a los ciudadanos del país atacado por el Kremlin en “carne de cañón”. Entretanto, en Crimea, una serie de explosiones destruyó un depósito de armas ruso, que Moscú atribuye a un “sabotaje”.

Próximos a cumplir seis meses de confrontación bélica en territorio ucraniano, el presidente Vladimir Putin acusa a Occidente de “prolongar” la guerra que Rusia lanzó el 24 de febrero.

En un mensaje difundido en video, en el marco de la conferencia de seguridad internacional de Moscú, Putin aseguró que Estados Unidos y sus aliados occidentales pretenden usar al pueblo ucraniano como “carne de cañón” para mantener su influencia en el mundo.

«La situación en Ucrania muestra que EE. UU. intenta alargar este conflicto (…) para preservar su hegemonía necesitan conflictos. Precisamente por ello prepararon el papel de carne de cañón al pueblo de Ucrania», aseguró el mandatario ruso.

Putin volvió a justificar la guerra que lanzó contra su vecino país al acusar a Kiev y Occidente de presuntamente ejecutar un “proyecto anti-Rusia”, con el que habrían ignorado asesinatos masivos en el Donbass, este de Ucrania. Según sus palabras, para permitir la difusión de una ideología “neonazi”.

«En estas condiciones decidimos llevar a cabo en Ucrania una operación militar especial en plena concordancia con la Carta de las Naciones Unidas (…) Atiborraron y continúan atiborrando de armamento, incluso pesado, al régimen de Kiev», reprochó Putin sobre el envío de ayuda a las defensas ucranianas.

Una cooperación a la que han optado las potencias mundiales para evitar la intervención militar directa en el terreno, lo que estiman ocasionaría un conflicto de mayores proporciones.

Putin acusa a EE. UU. de buscar un sistema similar a la OTAN en Asia

Durante su discurso, el líder del Kremlin también acusó a Washington de intentar extender un sistema similar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Asia, tras la polémica visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.

Se trató de un breve viaje oficial el pasado 2 de agosto, pero que desató la ira de China, país que lanzó ejercicios militares con fuego real alrededor de la isla independiente que reclama como propia.

«No fue solo un viaje de un solo político irresponsable, sino parte de una estrategia consciente y decidida de Estados Unidos para desestabilizar y sembrar el caos en la región y el mundo», sostuvo el presidente ruso.

Archivo-Imagen tomada y publicada por la Oficina Presidencial de Taiwán el 3 de agosto de 2022 muestra a la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi (izquierda), saludando junto a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en la Oficina Presidencial en Taipei.
Archivo-Imagen tomada y publicada por la Oficina Presidencial de Taiwán el 3 de agosto de 2022 muestra a la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi (izquierda), saludando junto a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en la Oficina Presidencial en Taipei. © AFP

El mandatario citó el pacto de seguridad AUKUS entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos como una presunta evidencia de los intentos occidentales de construir un bloque al estilo de la OTAN en la región de Asia-Pacífico.

«También vemos que el Occidente colectivo está tratando de extender su sistema de bloques a la región de Asia y el Pacífico por analogía con la OTAN en Europa. Para este propósito, se están formando alianzas político-militares agresivas, como AUKUS y otras», aseveró.

Las declaraciones del líder del Kremlin forman parte de una narrativa que Moscú impulsa enérgicamente mientras busca justificar su guerra en Ucrania y construir nuevas alianzas globales para contrarrestar lo que llama “hegemonía occidental” y “neocolonialismo”.

Mientras los gobiernos occidentales condenan la invasión como una apropiación imperial de tierras y se han unido para imponer oleadas de sanciones económicas contra Rusia, el Kremlin corteja activamente a países de Asia, África y América Latina con la perspectiva de estrechar lazos comerciales, venta de armas y una visión de un nuevo «orden mundial multipolar».

Rusia atribuye a un “sabotaje” las explosiones que destruyeron un depósito de armas en Crimea

Varias explosiones sacudieron este martes un depósito de municiones de Rusia, en Crimea, e interrumpieron el servicio de trenes en la península anexionada por Rusia, en 2014.

Es el más reciente incidente de este tipo en una región que Moscú utiliza como línea de suministro para su guerra en Ucrania.

Kiev no ha confirmado ni negado de manera oficial la responsabilidad por las detonaciones, aunque sus funcionarios aplaudieron abiertamente los incidentes en un territorio que, hasta la semana pasada, parecía seguro en manos de Moscú.

De confirmarse su participación, el Ejército ucraniano demostraría una nueva capacidad para penetrar más profundamente el territorio controlado por los rusos, lo que cambiaría potencialmente la dinámica del conflicto.

Entretanto, Moscú reconoció los hechos y los calificó como un “sabotaje”.

Las autoridades rusas confirmaron que dos personas resultaron heridas por las detonaciones y alrededor de 2.000 habitantes de un pueblo cercano fueron evacuados.

«En la mañana del 16 de agosto a consecuencia de un sabotaje, fue destruido un almacén militar en la localidad de Dzhankoe», la capital del distrito homónimo, señaló el ministerio de Defensa ruso.

Según el Kremlin, como consecuencia de los estallidos, también fueron destruidas varias instalaciones civiles, incluyendo una línea de alto voltaje, subestaciones eléctricas, la línea ferroviaria y varias viviendas.

La detonación del depósito de municiones se produce una semana después de una serie de explosiones en un aeródromo militar también en Crimea, un hecho en el que Kiev negó su participación, pero aseguró que decena de aviones de guerra rusos quedaron destruidos.

Reuters/ AP/ EFE/

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