MOSCÚ.- Los dirigentes prorrusos instalados por Moscú en las provincias ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhia iniciaron este viernes 23 de septiembre los referendos para anexionar a Rusia los territorios parcialmente ocupados. Entretanto, una comisión de la ONU informó que halló “signos de crímenes de guerra” en Ucrania desde que el Kremlin lanzó la guerra contra su vecino país hace siete meses.
Rusia dio marcha a los referendos para anexionar nuevos territorios de Ucrania.
En las primeras horas de la mañana iniciaron las consultas lanzadas por los separatistas prorrusos en las provincias de Donetsk y Lugansk, en el este del país invadido; así como en Jersón y Zaporizhia, en el sur.
Las votaciones iniciaron en las primeras horas de la mañana de este viernes 23 de septiembre y se extenderán hasta el próximo martes 27 de septiembre.
También se abrieron urnas en Rusia, donde los refugiados de las regiones ocupadas pueden emitir sus votos.
El Kremlin señaló en las últimas horas que la decisión de las consultas será implementada de forma “rápida”. Un resultado previsiblemente a favor de Moscú, en medio de una votación forzada y la coerción a los habitantes de esos territorios, indica Kiev.
Una medida similar tuvo lugar en 2014, cuando la Administración del presidente Vladimir Putin se adjudicó la provincia de Crimea, en el sur de Ucrania.
El Legislativo ruso se prepara para concluir el proceso de anexión. Vyacheslav Volodin, presidente de la Cámara Baja del Parlamento, la Duma Estatal, se dirigió a las regiones ocupadas en un comunicado en el que subrayó: “Si deciden convertirse en parte de la Federación Rusa, los apoyaremos”.
Kiev denuncia coerción en los referendos de anexión
El alcalde de Lugansk, Sergey Haidai, denunció que las fuerzas rusas estaban obligando a los residentes a sufragar y les prohíben abandonar el área durante los días en que se llevan a cabo los referendos.
“Según la información disponible, los ocupantes están creando grupos armados para recorrer las casas y obligar a la gente a participar en el llamado referendo”, aseguró.
El funcionario agregó incluso que en algunas empresas “aquellos que no participen en la votación serán automáticamente despedidos”.
Entretanto, el secretario del Ayuntamiento de Zaporizhia, Anatoly Kurtev, afirmó que los prorrusos intentan disuadir a los residentes para cooperar a favor de Moscú.
“A los residentes locales se les prometen recompensas en efectivo y electrodomésticos por proporcionar datos de pasaporte y obtener la ciudadanía de la Federación Rusa”, explicó.
Los lugares donde se llevan a cabo las votaciones representan el 15% del territorio ucraniano.
En el caso de Jersón, las tropas invasoras controlan alrededor del 95%. En Zaporizhia, Kiev todavía controla gran parte de la región, por lo que no está claro cómo sería aplicada una posible anexión a Rusia en esas zonas.
El pasado febrero, días antes de ordenar el conflicto, el Gobierno ruso respaldó la independencia de Donetsk y Lugansk, pero ahora espera hacerlas parte de su país.
Kiev enfatiza en la ilegalidad de los referendos en los territorios invadidos. “Hoy en día, no existe ninguna acción legal denominada «referendo» en los territorios ocupados. Solo hay un espectáculo de propaganda para la conscripción. El territorio de Ucrania necesita una liberación inmediata”, remarcó Mykhailo Podolyak, asesor de la oficina de la Presidencia ucraniana.
Por su parte, Denis Pushilin, líder separatista de las autoridades respaldadas por Moscú en la región de Donetsk, calificó las consultas como “un hito histórico”.
La votación, que pregunta a los residentes si quieren que sus regiones sean parte del territorio ruso, seguramente seguirá el camino de Moscú. Eso le daría al Kremlin la vía para afirmar que los intentos de las fuerzas ucranianas por recuperar el control de esos pueblos y ciudades son ataques contra Rusia, lo que intensificaría dramáticamente la guerra.
Avanza la “movilización parcial” de reservistas rusos
A medida que se desarrollan las votaciones en las regiones ocupadas, las redes sociales rusas muestran escenas dramáticas de familias que llorando se despiden de los hombres que parten de los centros de movilización militar.
En ciudades de todo el vasto país, muchos abrazaron a sus familiares y expresaron su tristeza antes de partir. Los traslados inician como parte de las medidas anunciadas por Putin el pasado 21 de septiembre.
Activistas rusos contra la guerra preparan más protestas contra el traslado de reclutas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mencionó los “referendos falsos” y se refirió a los reclutamientos rusos. Cambió de hablar en ucraniano a ruso para dirigirse directamente a los ciudadanos de su vecino país, que dijo están siendo “arrojados a la muerte”.
“Ustedes ya son cómplices de todos estos crímenes, asesinatos y torturas de ucranianos (…) Porque estaban en silencio. Porque están en silencio. Y ahora es el momento de que elijan. Para los hombres en Rusia, esta es una elección entre morir o vivir, quedar lisiado o conservar la salud. Para las mujeres en Rusia, la elección es perder a sus esposos, hijos y nietos para siempre o aún tratar de protegerlos de la muerte, de la guerra, de una sola persona”.
Las evaluaciones de las autoridades ucranianas y de Occidente señalan que detrás de esta medida existe un intento desesperado de Putin por concluir la ocupación de zonas ucranianas, en medio de los avances del Ejército local que en las últimas semanas ha recuperado diversas poblaciones, principalmente tras retomar el control de la provincia nororiental de Járkiv.
Reuters/ AP/