MOSCÚ.- Un día después de anunciarlo, Rusia inició este 10 de noviembre el retiro de sus tropas de la ciudad de Jersón, según informó el Ministerio de Defensa de ese país, mientras el Ejército de Ucrania dijo que se mantienen en máxima alerta frente a la latente desconfianza, luego de advertir que los campos desalojados por Rusia están minados. El presidente Volodimir Zelenski celebró la retirada rusa, pero dijo que mantendrán prudencia.
Las tropas rusas iniciaron este jueves su retiro de Jersón, luego de que el pasado 9 de noviembre, el Kremlin anunciara que abadonaría la ciudad homónima de la región que había anexado a su territorio previamente.
El comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, el general Serguéi Surovikin, dijo que la liberación de Jersón se ejecutaría “en un plazo breve”.
Así, el río Dniéper se convierte en la nueva frontera natural y el frente de batalla entre Rusia y Ucrania.
«En estas condiciones, la opción más razonable es organizar la defensa en la barrera natural del río», explicó el general ruso Serguéi Surovikin. El Dniéper es el cuarto río más largo de Europa, con más de 2.200 kilómetros de longitud.
El portavoz castrense ruso, Ígor Konashénkov, dijo en su parte diario que se encuentran evacuando unidades militares rusas al lado oeste del río Dniéper.
Según informó Valerii Zaluzhnyi, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, su país ha liberado durante las últimas horas un total de 12 asentamientos en Jersón, que fueron ocupados desde el 1 de marzo, cuando iniciaba la invasión.
Según dijo el alto mando militar las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania avanzaron siete kilómetros, tomaron el control de seis asentamientos y devolvieron hasta 107 kilómetros cuadrados de territorio a Ucrania.
Zaluzhnyi también dijo que desde el 1 de octubre, las tropas ucranianas han avanzado 36,5 kilómetros dentro de la defensa rusa y el área total del territorio recuperado superaría los 1.300 kilómetros cuadrados en la región que había sido anexionada por Rusia.
El asesor presidencial ucraniano, Myhailo Podolyak, dijo este mismo jueves que Rusia quiere convertir a Jersón en una “ciudad de la muerte”, tras acusarlos de haber minado el territorio que empezaron a desalojar.
«Los militares rusos minan todo lo que pueden: apartamentos, alcantarillas. La artillería en la margen izquierda del río Dniéper, planean convertir la ciudad en ruinas. Así es como se ve el ‘mundo ruso’: vino, robó, celebró, mató a testigos, dejó ruinas y se fue», dijo el asesor presidencial en su cuenta de Twitter.
It is clear why Russia needs «negotiations» and «war freezing»: generals are begging for a break for an exhausted army, and Kremlin wants at least some territorial «victories» to do not look like complete losers. But why Ukraine needs this? We continue to liberate our territories— Михайло Подоляк (@Podolyak_M) November 10, 2022
Las fuerzas rusas, ¿debilitadas?
Las fuerzas de defensa ucranianas enfatizaron en que lograron debilitar a Rusia tras destruir las rutas logísticas y el sistema de apoyo del Ejército enemigo en la región. Así mismo, dijeron que no es seguro si detendrán su ofensiva.
«Por el momento no podemos desmentir ni confirmar la información sobre la supuesta retirada de las tropas rusas de Jersón. Continuamos la operación ofensiva según nuestro plan», declaró el general de brigada ucraniano, Oleksiy Hromov.
«De esta manera no dejamos al enemigo otra salida que la huida (…) Así como el enemigo salió de Kiev, de la región de Járkiv, dejó la Isla de la Serpiente, la probable retirada de Jersón es el resultado de nuestras operaciones activas», añadió.
Según el jefe de Estado Mayor de Estados Unidos, Mark Milley, Rusia ha sufrido más de 100.000 bajas, entre muertos y heridos, durante su invasión llamada “operación especial”. Ucrania tendría un número similar, según el militar estadounidense.
Reacciones y escepticismo
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, celebró desde Roma la presión a la que Rusia se encuentra sometida por las fuerzas ucranianas, luego de decir que la mayor prueba de que esto está sucediendo, es que las fuerzas comandadas por Putin se están retirando.
«Estamos tomando nota de los anuncios de la retirada rusa de Jersón y tenemos que ver cómo se desarrolla en los próximos días, pero lo que está claro es que Rusia está bajo una fuerte presión y si liberan Jersón sería otra victoria de Ucrania», dijo en una rueda de prensa junto a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Le dichiarazioni alla stampa del Presidente @GiorgiaMeloni e del Segretario Generale della NATO @jensstoltenberg
In diretta https://t.co/1inqaKUOBw— Palazzo_Chigi (@Palazzo_Chigi) November 10, 2022
El líder aprovechó para pedir la ayuda de los países europeos, luego de asegurar que la seguridad del continente “ha sido desafiada” por parte del presidente ruso Vladimir Putin. Añadió que la OTAN continuará con el apoyo a Ucrania “el tiempo que sea necesario”.
Por su parte, el recién nombrado primer ministro británico, Rishi Sunak, mantuvo una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la cual los dos estuvieron de acuerdo en mantener la “cautela” con la retirada rusa.
Los dos mandatarios celebraron el “sólido progreso” de las fuerzas ucranianas y la “debilidad de la ofensiva militar rusa”. Con todo, «lo correcto es continuar ejerciendo la cautela hasta que la bandera ucraniana se alce sobre la ciudad», convinieron ambos líderes.
El Gobierno del Reino Unido confirmó que está a punto de completar la entrega de 1.000 misiles tierra-aire adicionales para la defensa del Ejército ucraniano, así como 25.000 equipos en capacidad de resistir las bajas temperaturas que se esperan este invierno en el campo de batalla.
Zelenski agradeció el apoyo por parte de Europa y recordó la importancia de mantener la “coordinación internacional” antes de la reunión del G20 la próxima semana.
EFE/ Reuters/