Al menos nueve muertos tras bombardeos rusos en varias ciudades de Ucrania

KIEV.- Rusia lanzó un nuevo ataque masivo con cohetes en 10 regiones ucranianas alejadas del frente de guerra en el Donbass. Durante más de siete horas y de madrugada, algunas ciudades como Kiev, Járkiv, Lviv, Dnipro u Odessa han sufrido los estragos de varios bombardeos que han provocado la muerte de al menos seis personas y el corte parcial del suministro eléctrico en algunas de las urbes. 

Durante las últimas semanas se había vivido en relativa calma en las ciudades lejanas al frente, ya que el último bombardeo de dimensiones similares había sido el pasado 16 de febrero, pero este ataque ha vuelto a causar pánico entre la población. 

El presidente Volodímir Zelenski volvió a hablar en la mañana de este 9 de marzo para condenar lo que considera que es un nuevo intento de Moscú para «intimidar a los ucranianos».

«Los ocupantes sólo pueden aterrorizar a los civiles. Es todo lo que pueden hacer. Pero no les servirá de nada. No eludirán su responsabilidad por todo lo que han hecho», añadió el mandatario. 

Ucrania defiende que estos ataques indiscriminados contra la población civil son crímenes de guerra, aunque Moscú mantiene que los ataques con misiles se dirigen hacia «puntos estratégicos». Desde el pasado octubre, Ucrania sufrió una serie de ataques masivos que golpearon de forma severa contra una buena parte de la infraestructura eléctrica y energética del país, justo en el momento del comienzo del invierno. 

En el ataque de este 9 de marzo, las autoridades ucranianas reportaron que Rusia lanzó un total de 81 misiles sobre territorio ucraniano, de los cuales las fuerzas de Kiev solamente pudieron repeler 34. Ucrania confirmó también que entre la munición lanzada había seis misiles hipersónicos ‘kinzhal’, un arma del que se cree que Rusia solo posee unas pocas docenas, pero que el Kremlin presume por ser «imparable» para los sistemas de defensa de la OTAN. 

Desde el Kremlin han justificado los ataques asegurando que son una «respuesta» a las supuestas incursiones ucranianas en territorio ruso del pasado 2 de marzo. 

«En respuesta a las acciones terroristas organizadas por el régimen de Kiev el pasado 2 de marzo en la región de Briansk, el Ejército ruso lanzó en venganza un ataque masivo», aseguró en su parte diario el general Ígor Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso. 

Ucrania negó la autoría de los sabotajes denunciados por Moscú, entre los que supuestamente se habrían cometido ataques a poblaciones rusas y dos personas fallecieron. 

Cinco fallecidos en Lviv y uno en Jersón

El ataque más grave se dio en una zona rural de la región de Lviv, donde una casa quedó completamente destruida por la explosión de uno de estos misiles. El incidente habría matado a los cinco miembros que habitaban la vivienda y que destruyó las inmediaciones. Lviv está a más de 700 kilómetros del frente, pero es una zona habitualmente atacada por el fuego ruso. 

Los ataques mataron a otro civil en la región central de Dnipro y también se informó de la muerte de tres civiles por artillería en Jersón, aunque estas muertes están todavía por confirmar. 

En la capital, Kiev, los residentes se despertaron por las explosiones. Liudmyla, de 58 años, relató a la agencia de noticias Reuters, presente en la zona, cómo escuchó «una explosión muy fuerte, muy fuerte. Saltamos rápidamente de la cama y vimos un coche en llamas. Luego ardieron también los otros coches. Los cristales de los balcones y las ventanas se hicieron añicos».

Liudmyla relató su testimonio con su nieto en brazos. «Es muy aterrador. Muy aterrador. El niño se asustó y saltó de la cama», dijo. «¿Cómo pueden hacer esto? ¿Cómo es posible? No son humanos, no sé cómo llamarlos. Están asustando a los niños, su estado mental se verá perturbado».

El alcalde de Kiev confirmó que al amanecer del día, aproximadamente el 40% de sus ciudadanos estaban sin luz ni agua caliente en sus casas debido a los ataques a los puntos de abastecimiento de electricidad. Reportes similares a los que dieron los gobernadores de Odessa y Járkiv, quienes afirmaron que el suministro eléctrico en sus ciudades estaba temporalmente suspendido y los ataques habían afectado también a zonas residenciales. 

La amenaza de desastre vuelve sobre la central nuclear de Zaporizhia

Los ataques también provocaron que la central nuclear de Zaporizhia, actualmente está bajo control ruso, quedara sin suministro y se viera obligada a recurrir a los tanques de gasoil para poder seguir enfriando su reactor. 

Es la sexta vez que la mayor central nuclear de Europa sufre un apagón desde que fue tomada por Rusia hace meses, lo que la obliga a depender de generadores diésel que pueden hacer andar a la central durante 10 días. Las centrales nucleares necesitan energía constante para hacer funcionar los sistemas de refrigeración y evitar una fusión, y persiste el temor ante la posibilidad de una catástrofe en Zaporizhia.

Las autoridades rusas presentes en la central niegan cualquier posibilidad de desastre nuclear a pesar de los apagones, ya que, aseguran, «todo transcurre con absoluta normalidad». 

«Los especialistas de la central trabajan de forma muy profesional, la automatización se ha puesto en marcha», según informó Renat Karchaa, asesor del director general de la empresa energética estatal rusa Rosenergoatom, en el canal de televisión estatal Rossiya 24.

Sin embargo, el director del organismo de vigilancia nuclear de la ONU expresó su alarma ante el último apagón y afirmó que con estos ataques «se está lanzando un dado de la suerte. Por ahora no ha ocurrido nada, pero en un futuro puede que ocurra». 

Unos ataques en medio de la preocupación por Bakhmut

Estos ataques se dan en un momento en el que la guerra parece que lleva estancada en el frente del Donbass desde hace meses. Algunos puntos, como Bakhmut, se han convertido en batallas con innumerables bajas para los dos bandos, pero que apenas representan avances en la contienda.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos no creen que Rusia pueda lograr grandes avances territoriales en Ucrania este año debido al importante número de bajas, a su incapacidad para reponer sus reservas de armas y municiones, y a la falta de liderazgo y moral, según declaró el miércoles Avril Haines, directora de inteligencia nacional, ante una comisión del Senado estadounidense. 

Sin embargo, hasta la fecha, cualquier tipo de negociación parece lejana, ya que Ucrania tampoco está dispuesta a ceder ni un metro de su territorio. Esta misma semana, Kiev anunció el envío de más tropas a la ciudad de Bakhmut, un punto que, aunque no sea vital estratégicamente, se ha convertido en un foco de resistencia de importancia moral y propagandística para Ucrania. 

AP/ Reuters/

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