Al menos 76 muertos y más de un centenar de desaparecidos dejan las peores inundaciones en el sur de Brasil en ocho décadas

São Sebastião do Caí, Brasil.– La catástrofe climática, causada por fuertes lluvias en el sur de Brasil, ha dejado al menos 76 muertos y 103 desaparecidos, mientras que 15,192 personas han encontrado alojamiento en refugios públicos y 80.573 abandonaron sus casas y están con familiares y amigos en Rio Grande do Sul, donde el avance de las aguas amenaza con más inundaciones.

Las inundaciones en todo este estado del sur del país han superado las ocurridas durante un diluvio histórico en 1941, de acuerdo con el Servicio Geológico de Brasil.

El estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, el más afectado por las lluvias, reportó 75 muertes, mientras que Santa Catarina, su estado vecino, registró un fallecimiento. 

En algunas ciudades, el nivel del agua fue el más alto desde que se comenzaron a llevar registros hace casi 150 años, indicó la agencia de protección civil.

Las brigadas de rescate intentan alcanzar y abastecer numerosos municipios aislados, sin comunicaciones y con carreteras bloqueadas, e incluso sin energía eléctrica ni agua.

El volumen excepcional de los ríos ha multiplicado las alertas en el estado por rupturas de presas, que podrían agravar el desastre.

En Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, la situación «va a ser sin precedentes», predijo el gobernador, Eduardo Leite.

No se equivocó. El río Guaíba inundó el centro histórico de la capital regional de Porto Alegre, una de las mayores urbes del sur brasileño, con una población de aproximadamente 1,5 millones de habitantes. Creció hasta los 5,33 centímetros, su mayor marca de la historia.

Por otra parte, el aeropuerto internacional de la ciudad, que cerró en la noche del viernes después de que la inundación alcanzara sus pisas de despegue y aterrizaje, permanece clausurado.

En Rio Grande do Sul, con una población de once millones de personas, unos 421.000 domicilios permanecen sin energía eléctrica y 115 municipios carecen de servicios de telefonía e internet.

En cuanto a las vías de comunicación, todavía hay 61 carreteras con bloqueos totales y parciales debido a la crecida de los ríos.

Las autoridades levantan refugios en todo el estado, que están ocupados hasta ahora por más de 15.000 personas. En uno de estos, instalado en un centro cultural de Gravataí, un suburbio del norte, está Claudio Almiro.

«Cuando salí de casa, estaba con el agua hasta la cintura», cuenta con rostro demacrado este hombre de 55 años. «Lo perdí todo», dice a la AFP.

El «peor desastre»

Imágenes aéreas da la zona muestran enormes superficies totalmente anegadas, puentes y carreteras arrasados y rescates de personas en techos con helicópteros, dando cuenta del «peor desastre» de la historia del estado, según Leite.

Inundaciones en el sur de Brasil
Inundaciones en el sur de Brasil © Gustavo IZUS, Gabriela VAZ / AFP

Al menos cuatro represas del estado «están en situación de emergencia, por riesgo de rompimiento», informó el gobierno.

«Soy de aquí y me siento muy apenada por todos los que viven aquí (…), siento dolor en el corazón», dijo a la AFP Maria Luiza, una residente de 51 años, en Sao Sebastiao do Caí, a unos 70 km de Porto Alegre.

En Capela de Santana, al norte de la capital del estado, Raul Metzel explicó que sus vecinos debieron abandonar su ganado. «No se sabe si el agua seguirá subiendo o qué pasará con los animales, pronto pueden ahogarse», dijo.

En medio de la tragedia, también hay escenas de esperanza, como el rescate en un helicóptero de cuatro mujeres embarazadas para trasladarlas a un hospital en la localidad de Agudo.

Más de 24.000 evacuados

El fenómeno climático con lluvias intensas, vendavales y granizo ha dejado también 74 heridos y afectado a más de 351.000 habitantes, con unos 24.080 evacuados en 265 localidades.

Las cifras son preliminares, dado que las aguas que cubren enormes áreas impiden dimensionar el desastre.

El pronóstico anticipa hasta el domingo lluvias de «altísima severidad», que cargarán aún más los ríos y pueden causar grandes deslizamientos, explicó en un video el teniente coronel de Defensa Civil, Darci Bugs. Además, alertó sobre el desborde del río Uruguay.

Jefferson Abreu Teles en su casa de la inundada Sao Sebastiao do Cai, en Brasil, el 2 de mayo 2024.
Jefferson Abreu Teles en su casa de la inundada Sao Sebastiao do Cai, en Brasil, el 2 de mayo 2024. © Anselmo Cunha / AFP

El presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó a Rio Grande do Sul el jueves, donde aseguró que «no faltarán recursos» para afrontar la crisis. Y el domingo volvió para dar seguimiento a la respuesta a la emergencia. 

Las lluvias impactan al también sureño estado de Santa Catarina, que se mantiene en alerta.

Su gobernador, Jorginho Mello, anunció el viernes que un hombre murió cuando su auto fue arrastrado por la corriente en el municipio de Ipira.

«Cóctel desastroso»

Esta es la segunda catástrofe que sufre en menos de un año Rio Grande do Sul. En septiembre pasado, un ciclón dejó al menos 31 fallecidos.

El «cóctel desastroso» del cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil y otros eventos extremos, aseguró a la AFP el climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino.

«Rio Grande do Sul siempre ha sido un punto de encuentro entre masas de aire tropicales y polares», explicó. «Pero estas interacciones se intensificaron con el cambio climático (…) y el fenómeno El Niño», que se caracteriza por un aumento de la temperatura de las aguas.

El jueves, datos oficiales revelaron un récord de incendios forestales de enero a abril, con más de 17.000 identificados, más de la mitad en la Amazonía, un fenómeno ligado en parte, según el gobierno brasileño, a los efectos del cambio climático.

AFP/

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