Mentiras y más mentiras parece ser el hobby preferido del gobierno

El gobierno quiere recoger frutos de un árbol que nunca ha sembrado. Pretende conseguir el voto de la mayoría de los venezolanos, pero jamás le ha importado todo sufrimiento que ha tenido que soportar una nación completa.

Durante años hemos tenido que soportar racionamientos eléctricos que afectan el normal desenvolvimiento de la actividad comercial y residencial, impuestos asfixiantes que quiebran todo tipo de emprendimiento, salarios y pensiones miserables que han puesto al borde de la mendicidad a nuestra masa trabajadora.

Para cada problema y vaya que son muchos el gobierno siempre ofrece una excusa pero jamás una solución de fondo, solamente se implementan paliativos que se usan para el control social y el chantaje valiéndose de una necesidad inducida.

Mentiras tras mentiras, parece ser el hobby preferido del gobierno, la excusa más repetida ha sido el bloqueo. Los Estados Unidos es el responsable de todos los males pero a la vista del ciudadano común ese que se debate entre comer o pagar un tratamiento médico, están los opulentos niveles de vida, de muchos de los actuales jerarcas del gobierno y la de sus más cercanos colaboradores, que contradicen esa desgastada teoría.

Hasta hace unos meses atrás, el periodista Roland Carreño y Juan Requesens, fueron detenidos y torturados, (según sus propias versiones) acusados de un intento de magnicidio, pero ahora dicen que el responsable era El Aissami. Desde hace más de una década atrás, escuchamos al propio Chávez decir, que Dólar Today, era el culpable del complot, contra la moneda nacional y de la guerra económica, eso hoy día, también es culpa de El Aissami. Escuchamos, a todos los representantes del gobierno, decir cómo loros, que no había recursos para nada, por culpa del bloqueo norteamericano, ahora dicen que los reales se los robó El Aissami.

El mentiroso si no logra convencerte, busca confundirte, así que, de un día para otro, todo es culpa de Tareck El Aissami. De acuerdo con los boletines emitidos por el propio fiscal general de la república, el exministro y ex mano derecha de Maduro, acabó con la cripto moneda petro, devaluó el Bolívar, fue responsable del supuesto intento de magnicidio, se robó los recursos, de la educación, de la salud, de los programas sociales y de los sueldos.

Entonces nos preguntamos; ¿todo lo anterior fue mentira o la mentira es ahorita?. El peor castigo para un mentiroso es cuando ya nadie le cree.
El delincuente de El Aissami y su conciliábulo de ladrones y pervertidos, se robaron 23.000 millones de dólares, pero, ¿cuándo tendrán tiempo de investigar, los más de 40.000 millones de dólares, que se robaron de CADIVI, las empresas de maletín?, ¿cuándo conoceremos el paradero de los 8.000 millones de dólares del ferrocarril?. ¿Cuándo sabremos si Cruz Weffer o Rosendo tuvieron que ver con el desfalco de los 3.000 millones de dólares, del plan Bolívar 2000? así como esos casos, muchos otros, que suman más de 500 mil millones de dólares, que han saqueado de las arcas del estado, siguen sin tener ningún responsable.

Pero, al fin de cuenta, lo maravilloso de todo esto, en medio de esta tragedia, es que la inmensa mayoría, de los venezolanos, se han dado cuenta de la tramoya roja y su sarta de mentiras, tanto que cuando escucho hablar a algún representante del gobierno, me imagino a la gente, frotándose las manos y decir aquella vieja frase de los abuelos, «me encanta cuando mientes, sobre todo, cuando ya se toda la verdad».

Mi buena amiga, Antonia Muñoz, repite con frecuencia, que, para cosechar, hay que sembrar, abonar y regar. Así que, estimados revolucionarios, no busquen en el pueblo sufrido, que olvidaron y que marginaron durante años.
Hoy ese pueblo, que alguna vez los apoyó decididamente, quiere un nuevo gobierno, un futuro que les provea una mejor calidad de vida. Tengan el decoro de marcharse dignamente, solo así, tal vez, la historia no los juzgará tan duramente.

Por Froilán Sánchez

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