QUO VADIS/ 506.129 de Edward Lorenz

Para 1960, este meteorólogo instauraba uno de los acontecimientos más importantes en cuanto al cálculo de las determinaciones de cambios en el tiempo. A través de un sistema que ideó, llegó a la conclusión de un algoritmo numérico conforme a la cantidad referida en el título de este artículo, y por mera cuestión personal decidió redondearlo al número más próximo ascendente de 506.130; con ello concentraría mejor sus números de forma matemática. Su mayor sorpresa fue cuando éste algoritmo se calculó en la práctica, generando profundos cambios y grandes transformaciones en el clima siendo apenas un ápice de sus resultados, estableciéndose lo que se conoce como el “aletear de una mariposa”. Es decir, esa pequeña adaptación generaba cambios similares a los que podían observarse con un simple aleteo de una mariposa. Cosa tan insignificante, pero que a la postre podría decirse que un cálculo de este tipo establecido en Australia, podría generar variación aquí en América. Partiendo de esto, y quizás lo más trascendental llevándolo al cotidiano de nuestros días, hemos venido observando las variaciones de la vida humana en algo quizás menos evidente y más perverso como es la interacción de las redes sociales. Se pulsa allí, un aleteo de fuerzas inimaginables cuya destrucción va en el día a día de nuestra existencia. Ya pasaron los tiempos aún recientes, de no poder comunicarnos solo a través de aquellos obsoletos equipos de teléfono que solo existían en algunos hogares de clase media. Hoy, estamos conectados a sistemas de redes que permiten nuevas formas de interacción sea directa o indirectamente. De hecho, este mensaje llegará a ustedes gracias a estos adelantos de tecnología.
No estoy en contra de ellos, por el contrario, esto significa uno de los inventos más grandes y trascendentales de esta humanidad. No todo ha sido malo, empero, el manejo que de ellos se haga redunda en un mundo al descubierto pero solo a lo que le interesa a los grandes centros del poder. Las informaciones de estas redes no siempre manejan la verdad. En ese aleteo de estas mariposas, sus niveles de destrucción masiva van consolidando poco a poco el criterio del poder omnimodo en manos de un pequeño grupo. Ya es evidente el descalabro de familias y del ser humano asediado por este mecanismo. Y el aleteo continúa, ya nos adelantan la presentación de chats guiados por tecnología artificial; algo así como que el día que yo no desee crear estos escritos, pues sencillamente se lo ordeno a este sistema y listo. Habrá un QUO VADIS con otro performance en su contenido, propio de lo que esa inteligencia artificial logre generar.
A la postre, usted no sabrá si soy yo o habrá una creación artificial. Esta herramienta viene a sustituir aún más la poca visión o falta de preparación sobre todo de nuestros políticos, que hallarán en ella pues, la solución a sus limitaciones de oratoria y de dicción; aunque sin duda quedarán al descubierto cuando les toque hablarle directamente al pueblo.
Ya para algunos de ellos que han encargado hacer libros en su nombre para llenar hojas curriculares, o la de ostentar títulos profesionales gestionados y adquiridos por “amigos” de alguna Universidad, pues será un suplidor fantástico ante tanta chabacaneria y falta de preparación.
La indolencia de “politicos” que solo saben adular y copiar consignas a líderes de turno, pues es mundial; y estas grandes fuentes de poder así lo saben y por ende generan todos estos adelantos de la flojera, o mejor decirlo como por allá en los años 1500, Erasmo de Rotterdam, son un “Elogio a la Estulticia”.
Nos debatimos en este pequeño aletear de mariposas, ante un mundo creyente de religiones pero falto de FE. Ante Dioses como en las mitologías griegas, romanas o escandinavas, y hoy Dios se llama MARVEL en vez de Jave o Jeova, tampoco es creador del mundo, ya que ni Siri sabe de él; la etica será siendo un pequeño libro de Savater, y la moral será lo que Epicuro o Heidegger mantengan; también será silenciado Spinoza por que necesitamos los templos erguidos como estructuras bellas como el Taj Mahal con paredes de diamantes, lapislázuli y esmeraldas, mientras el hambre no se puede comer las vacas en la
India.
Todo un mundo que necesita el aleteo de nuestras alas del conocimiento y dedicación al esfuerzo, sin flayers de felicidad y de la irrealidad del metaverso que en verdad mata al verso de la historia hasta ahora concebida.
Un aleteo con un algoritmo mayor distorsionado, dónde aprendamos a entender el susurro de las penas y las necesidades de quienes requieren atención, donde quien ostente un cargo sea add honorem y como Jesus y sus apóstoles despojarse de sus riquezas para entregarlas al verdadero servicio de sus cargos. Estamos ante una cruda verdad de gente llena de valores materiales pero faltos de valores intrínsecos al ser humano.
Gente que apenas ven la utopía como una realidad imbuida en ese bienestar que les da el poder político. Son más peligrosos que el aletear de mariposas, producen transformaciones a favor de sus bolsillos y caminan en su entorno sin ver más allá de lo que les imponga su poca visión. He ahí el camino por donde vamos, llenos de conceptos que no se cumplen ni de teorías que sean sustentadas. Marchamos hacia la triste realidad de la añoranza de tiempos pasados derroidos en el olvido, y con ellos la poca verdad que habíamos aprendido.

Rafael García González

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