Organizaciones de derechos humanos alarmadas por la «cárcel más grande de América» inaugurada en El Salvador

LONDRES.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ianuguró esta semana el Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, la «cárcel más grande de América». Está construida de concreto y hierro. Se sitúa en una zona rural aislada a más de 75 kilómetros de la capital de San Salvador.

Según el Gobierno tiene la capacidad para que hasta 40.000 pandilleros estén encerrados en condiciones de aislamiento total y con máxima seguridad.

«En el Centro de Confinamiento del Terrorismos van a estar alojadas personas que le han hecho daño y han causado luto a las familias salvadoreñas”, dijo el ministro de Obras Públicas Romeo Rodríguez.

Según Rodríguez, se buscó «garantizar un espacio lejos de las zonas urbanas. Normalmente las cárceles en El Salvador han estado a la par de escuelas, incluso de hospitales, y centros habitacionales».

Las más grande de América

La cárcel se extiende sobre 165,2 hectáreas de terreno, para «poder garantizar el centro penitenciario más grande de América», como explicó Rodríguez. También se construyeron cinco kilómetros de carretera para el acceso, ocho subestaciones de energía eléctrica, una planta de tratamiento de aguas residuales y dos pozos de agua potable.

El centro penitenciario se beneficiará de un control de seguridad máximo: cualquier persona que entre tiene que pasar por un escáner corporal para evitar el traslado de insumos ilícitos como drogas. El muro que rodea la prisión tiene 11 metros de altura y está totalmente electrificado. Además, cuenta con 19 torres de vigilancia y cámaras térmicas que identifican el movimiento de las personas.

Los pandilleros recluidos estarán totalmente aislados e incomunicados con el mundo exterior, ya que no se ingresarán teléfonos y solo podrán salir a la sala de audiencia, al área de asistencia médica o a una de las celdas de castigo.

Finalmente, en el centro «no se han construido patios, ni área de recreación para los reos, ni espacios conyugales», informó Rodríguez.

Amnistía Internacional, preocupada

Este viernes, la organización de protección de derechos humanos Amnistía Internacional expresó su preocupación por la construcción de esta cárcel.

«Amnistía Internacional expresa su profunda preocupación por la inauguración del ‘Centro de Confinamiento del Terrorismo’ en El Salvador, la cárcel más grande de América, según funcionarios del Gobierno», publicó este viernes en Twitter la entidad.

#ElSalvador 🇸🇻

Amnistía Internacional expresa su profunda preocupación por la inauguración del “Centro de Confinamiento del Terrorismo” en El Salvador, la cárcel más grande de América, según funcionarios del gobierno.

1/5 pic.twitter.com/n8gls2IxW7— Amnistía Internacional Américas (@AmnistiaOnline) February 3, 2023

Señaló que ha denunciado «un claro patrón de violaciones de derechos humanos bajo el enfoque de seguridad pública actual en El Salvador” y que «la construcción de esta nueva prisión podría suponer la continuidad y el escalamiento de estos abusos». 

«La construcción de la nueva cárcel es una clara señal de que las autoridades de #ElSalvador planean seguir aplicando una política de seguridad pública de encarcelamiento masivo. Esto no aborda las causas y raíz de la violencia, y no servirá para superar el problema a largo plazo», apuntó.

Hacemos un llamado al Presidente @nayibbukele y al gobierno de #ElSalvador a cambiar de rumbo. La violencia de pandillas en el país debe ser abordada de manera integral y garantizando los derechos humanos de toda la población.

4/5 pic.twitter.com/ZzF2R31F8J— Amnistía Internacional Américas (@AmnistiaOnline) February 3, 2023

Desde marzo de 2022, el Gobierno empezó una guerra contra las maras y especialmente de la Mara Salvatrucha 13. A través de un estado de excepción que se ha prolongado sucesivas veces, Bukele sacó a miles de militares y policías a las calles para realizar capturas masivas. 

De acuerdo con el Gobierno, bajo el régimen de excepción, se ha detenido a más de 61.300 supuestos pandilleros, pero se ha liberado a más de 3.300 personas por orden de la Fiscalía y los tribunales. Pero las detenciones se producen sin garantías y habría cerca de 6.000 inocentes en prisión.

Sin embargo, la popularidad de Bukele sigue siendo excepcionalmente alta. Según el último barómetro de diciembre de 2022, el mandatario tenía una aprobación del 87,8%. Estas cifras se pueden explicar por el rechazo histórico de la población hacia estos grupos extremadamente violentos que provocaron miles de asesinatos a lo largo de las tres últimas décadas. 

EFE/

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