Quito.- El detenido exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, fue trasladado este lunes 8 de abril a un hospital tras caer enfermo en una cárcel de Guayaquil, informaron las autoridades penitenciarias, pocas horas después de que sus abogados se quejaran de que no habían podido contactar con él.
En un comunicado publicado en la plataforma X, el servicio penitenciario nacional (SNAI) dijo que Glas había sido trasladado al hospital naval de Guayaquil. Afirmaron que el exvicepresidente cayó enfermo «tras negarse a ingerir los alimentos proporcionados durante las últimas 24 horas», pero se encuentra en un estado estable.
La versión de la SNAI contradice otra, sostenida por dos medios locales, según la cual Jorge Glas intentó suicidarse. De acuerdo con la emisora Radio Pichincha, que cita fuentes cercanas al movimiento correísta Revolución Ciudadana, al que pertenece Jorge Glas, el político había sido trasladado al hospital debido a una sobredosis de medicamentos en un intento de suicidio; mientras que el medio digital Primicias habló de un “coma profundo autoinducido provocado por la ingesta de medicamentos ansiolíticos, antidepresivos y sedantes”.
Glas fue hospitalizado después de que una de sus abogadas, Sonia Vera, publicara una carta abierta en la que expresó su «profunda preocupación y alarma» por el hecho de que el detenido no hubiese podido hablar con su equipo jurídico, añadiendo que ello suponía «una grave infracción de los derechos fundamentales” del exvicepresidente.
El expresidente Rafael Correa (2007-2017), del cual fue vicepresidente Jorge Glas (2013-2017) comentó en su cuenta X sobre el traslado de su aliado al hospital: «Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge!».
Glas permanecerá en estado de observación y regresará a la prisión luego de ser dado de alta, indicó el SNAI.
Condenado por casos corrupción, Glas enfrenta nuevos cargos
La hospitalización del exvicepresidente ecuatoriano llega cuatro días después de su arresto, tras una intervención policial en la embajada de México en Quito, donde se refugiaba desde diciembre.
Glas fue condenado por primera vez a seis años de cárcel por haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos con el Estado.
Fue condenado de nuevo en 2020 a una pena de ocho años de cárcel por utilizar dinero de contratistas para financiar campañas del movimiento político del presidente Rafael Correa.
El político, que cumplió más de cuatro años de prisión antes de ser liberado en 2022, siempre ha denunciado que los cargos en su contra tienen motivaciones políticas.
Ahora se enfrenta a cargos por malversación de fondos vinculados con la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, en el oeste del país, después del terremoto de 2016.
Se había refugiado en la embajada mexicana en Quito, solicitando el asilo político. Una solicitud aprobada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 5 de abril.
Noboa admite que la situación diplomática con México es «compleja»
La intervención policial en la embajada mexicana generó una crisis diplomática entre Ecuador y México. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, rompió relaciones diplomáticas con Ecuador y ordenó el regreso al país de todo el personal de su embajada en Quito.
La irrupción de la Policía ecuatoriana en la sede diplomática tuvo como objetivo detener al exvicepresidente Jorge Glas, que según México se encontraba alojado como huésped en ese lugar.
No existe ninguna justificación para que las fuerzas de la Policía de Ecuador hayan irrumpido en la Embajada de México
Ecuador aseguró que procedió después de agotar el diálogo con el Gobierno mexicano para arrestar al político, condenado por la Justicia de su país en casos de corrupción. Quitó también argumentó que existía “un riesgo real de fuga”.
Sin embargo, este lunes 8 de abril, la canciller mexicana remarcó que el procedimiento fue injustificable, ya que Quito violó el Derecho internacional por retener a una persona que tenía asilo político.
El lunes, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, calificó la crisis de “situación compleja y sin precedentes”. Noboa aseguró que tuvo que tomar «decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes o narcoterroristas».
En una carta que publicó en sus redes sociales, el presidente de Ecuador afirmó estar «dispuesto a resolver cualquier diferencia» con México, pero reiteró que «la justicia no se negocia».
Entre tanto, la comunidad internacional ya se ha movilizado.
La Organización de Estados Americanos (OEA) confirmó que convocó a dos reuniones de emergencia para la próxima semana, con el fin de abordar la grave crisis diplomática entre las dos naciones latinoamericanas.
Los encuentros responden a la solicitud hecha por Ecuador para discutir este asunto en el pleno de la organización interamericana, el martes 9 de abril, y a otro llamado en ese sentido por parte de Colombia y Bolivia. Estas dos últimas pidieron otra reunión para el próximo miércoles 10 de abril.