La hora loca del régimen


La crisis económica se inició en el 2012, y no se veía en el horizonte ningún panorama de sanciones porque salvo la incontinencia verbal del Comandante contra Estados Unidos, las relaciones comerciales iban viento en popa, aprovechando la mayor bonanza petrolera de todos los tiempos. Y comenzó, porque en la campaña del Presidente se gastaron dos presupuestos anuales de la Nación, derrochando un descomunal dineral para garantizarle el invicto al líder máximo de la revolución, léase mejor, de la destrucción implacable de uno de los países más ricos de América Latina.
Sí. Fue tan descarado el gasto electoral que no escatimaron nada para complacer a quien ya tenía su salud muy deteriorada. Fueron tan cínicos que a pesar de las advertencias de su madre y de Lula Da Silva, que les sugirieron colocar a otro candidato, lo expusieron porque no tenían otra carta, ante lo que parecía imparable, el camino victorioso de Henrique Capriles. Muere en el 2013 y caímos en las manos irresponsables de una élite minúscula que, en lugar de reparar las grietas dejadas, siguieron derrochando dinero como si nada hubiese pasado. Y ahora vamos por el mismo camino.
Guanare, el jueves pasado, fue el escenario de esa gigantesca irresponsabilidad madurista para escuchar al psiquiatra, que tiene un verbo poderoso para la descalificación y la vulgaridad. Primero la capital se convirtió en un gran estacionamiento de buses y busetas, desde el vertedero municipal en Santa María hasta la Avenida Bicentenario hacia La Colonia. Segundo, y eso no lo había visto jamás, un mitin cercado como manga de coleo para que los novillos no se salgan o no se desperdiguen, que dibuja el trato humillante del PSUV con “sus militantes”.
Y tercero, la mentira de las fotos que, gracias a la tecnología, convierten los actos en multitudes. ¿A quién engañan? La carrera quinta de la capital tiene su parte más estrecha de la Plaza Bolívar hacia la Alcaldía, es decir de este a oeste. Colocaron la tarima al frente del Centro de Cultura y llegaron hasta el INTI. Casi tres cuadras, y la imagen retrata que estaban en la Sucre. Ya en la tercera cuadra estaban regaditos. O sea, regular. Un acto con todo el estado y varios vecinos invitados. No le gana a Chabasquén y menos a Guanarito, con María Corina Machado, sin plata y sin transporte. O sea que nosotros sumamos todos esos actos y superamos a Capriles en la Avenida Unda, cuyo final no se vislumbraba todavía en el sitio donde hoy está la redoma. Y siguen apostando a perder el país y ganar Portuguesa. Ponte a creer.
LA GUARDIA NACIONAL
No sé si esta experiencia se está viendo en otros comandos. Pero los viernes en la tarde en Guanare, sale una muchachada, pero enormes cantidades, de esos espacios militares. Lo digo con curiosidad, porque el tamaño, la contextura y la cantidad, me parecen exagerados, los primeros por mínimo y el tercero, por mucho. Son de verdad, niños y niñas, que no tienen pinta militar, salvo el uniforme. Lo que presumo es que, en tiempos de revolución, están engañándolos y a sus padres y representantes, simplemente para el ejercicio electoral del 28J y después le dirán que no son aptos para las FFAA.
Porque a estos tipos sin miseria humana, sólo les importa su destino. Porque el que crea que suspenderán las elecciones por re o por fa, me parece que está ciego. Esa enorme gastadera de dinero, esos mitines portátiles, esa disminución de mesas en centros donde tradicionalmente pierden, que pudiera haber producido una migración que nadie conoce, porque las mesas no pueden tener de acuerdo a la norma, más de 600 electores, esa presunta traída de milicianos a pasarlos como electores o para sabotear e intimidar el día D y la farsa protagonizada por el Presidente de asistir a sitios, donde no hay gente, para montajes posteriores, indican que van con todo, a intentar ganar. Nadie se chupa el dedo. A organizarse y a avisparse, porque se están jugando a Rosalinda.
LA GATA FLORA
De verdad que nadie los entiende. Se la pasan chillando por las sanciones y cuando la Unión Europea, basada en el Acuerdo de Barbados, donde se garantiza su presencia como observadores, en un gesto importante como primer paso, se las quita a rectores y exrectores del CNE, y anunciaban que venía otro levantamiento, en especial, en el sector militar, gritan que no les importa. ¿Qué lectura puede dársele a ello? Locos no están. Lo que sí es que hay dos bandos en el régimen: aquellos que abogan por una negociación y otros radicales de embuste, que se ponen histéricos, porque presumen que el otro bando los puede entregar, como hicieron con El Aissami.
¿Saben el cuento de la Gata Flora? Que si se lo meten, chilla y si se lo sacan, llora.

IVÁN COLMENARES

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