Macondo, la genialidad hecha canción con sabor a Latinoamérica toda

La novela Cien años de soledad, del célebre Gabriel García Márquez está en el pináculo de la literatura latinoamericana; el realismo mágico tan propio del Gabo y la capacidad de entremezclar elementos tan característicos de nuestra cultura elevándolos a un carácter universal, es el gran valor que para los latinoamericanos tiene esta icónica obra galardonada con el premio nobel de literatura en el año 1982; 15 años después de haber sido “parida” por la mente del genio colombiano y expuesta a la luz pública para deleitar al mundo entero.
LA GENIALIDAD HECHA CANCIÓN; 20 capítulos y más de 450 páginas surgieron de la pluma de García Márquez, fusionando la fantasía con la realidad en un periplo de idas y vaivenes de la familia Buendía y sus vivencias en el ficticio pueblo de Macondo; una genialidad que inspiró otra en la persona del cineasta peruano Daniel Camino Diez Canseco, quién enamorado de la narrativa de la novela, compuso la canción “Macondo” condensando en tan sólo 3 minutos y 37 segundos elementos que nos remiten alegremente al ritmo de  la cumbia a pasajes centrales de la obra literaria.
Utilizando juegos de palabras, metáforas y un toque del realismo mágico característico de la obra del propio Márquez este cineasta, productor, periodista, actor y guionista nacido en Lima, nos legó una obra genial de manera sencilla y endiablada, ya que nos abre el apetito por profundizar en la obra a la vez que nos incita con su poder excitante a alegrarnos y bailar la pegajosa cumbia; la canción fue interpretada por primera vez en el festival de la canción de Ancón (Perú-1969) por Johnny Arce el llamado “Rey de la Pachanga” ganando dicha edición del festival.
SABOR A LATINOAMERICA TODA; La canción encontraría su mayor reconocimiento en la voz del mexicano Oscar Chávez quien la popularizó en 1972, posterior a versiones realizadas entre otros por Rigo Tovar y su “Costa azul” y también Celso Piña y la orquesta tropical “Los Hispanos”; el propio Gabo en una entrevista llegó a confesar que la versión que más le gustaba era la del mexicano con el cuál incluso llegó a entonarla en un par de ocasiones; esa popularidad ha llevado erróneamente a que en algunos portales y fuentes le adjudiquen a Oscar Chávez la autoría del tema, lo cual no es cierto pues el autor de letra y música es el peruano Daniel Camino Diez.
La canción inicia con la frase “Los cien años de Macondo sueñan, sueñan en el aire” haciendo una clara referencia a la novela de García Márquez e inmediatamente hace alusión al autor “y los años de Gabriel, trompetas, trompetas lo anuncian” para luego dar cabida a 5 personajes de la familia Buendía sobre los cuales circunda la historia de la obra literaria; el patriarca José Arcadio, su primogénito Aureliano, Amaranta la hija menor, Remedios (esposa del coronel Aureliano con el cual inicia la novela) y la matriarca Úrsula quién según narra la novela llegó a vivir 109 años y se casó con José Arcadio su primo pese al mito de que sus hijos nacerían con cola de cerdo.
Dos personajes más irrumpen en la canción los cuales no son de la familia; el gitano Melquiades, personaje fantástico que se hace presente tanto en vida como después de su muerte a lo largo de toda la historia y finalmente Mauricio Babilonia quién sin ser uno de los personajes centrales de la novela es quién da origen en la canción al hermoso estribillo de las mariposas amarillas que siempre aparecen revoloteando en gran número en la casa de los Buendía cuando va a visitar clandestinamente a Renata Remedios nieta de Úrsula; de allí se desprende el coro “Mariposas amarillas, Mauricio Babilonia; mariposas amarillas que vuelan liberadas”
En la parte central de la canción el autor hace una asociación metafórica entre los personajes y algunos instrumentos musicales: “Las tristezas de Aureliano, el cuatro; La belleza de Remedios, violines; Las pasiones de Amaranta, guitarras, El embrujo de Melquíades, oboes”, y luego da pase a un verso en extremo poético que sintetiza la admiración del peruano por la impresionante novela escrita por el Gabo: “Eres epopeya de un pueblo olvidado forjado en cien años de amor esa historia; me imagino y vuelvo a vivir en mi memoria quemada al sol” dando pie al estribillo contagioso de las mariposas amarillas antes mencionado.
En Venezuela, la referencia más viva en el imaginario colectivo sobre esta pieza es sin lugar a dudas la magistral versión que realizó la orquesta Billo’s Caracas Boys con la potente voz de Cheo García y que ha hecho bailar a tantas generaciones desde que fue grabada por el maestro Frómeta; muchas versiones realizadas por orquestas de Suramérica y Centroamérica impregnan el continente de esta cumbia sabrosa que encierra en sí misma todo el misticismo y folklore que envuelve la obra de García Márquez quién en vida siempre fue un manifiesto admirador de la música y ante la pregunta de ¿Qué es cien años de soledad?, alegremente contestó: “Pues no es más que un vallenato de 450 páginas”.
Richard Rico López
Hasta una próxima entrega…para opiniones y sugerencias: detrasdelanotaUH@gmail.com y cuenta en X (Twitter): @RichardRico2011

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