Edmundo exilado, ¿Y ahora?

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ /

La política no es solo “voto o plomo” como han hecho creer régimen y su falsa oposición para obligar al negocio electorero, repartir cuotas de poder, dádivas miles ¡no es así! La oposición actual, dirigida por María Corina Machado, hace gala de un gran abanico de estrategias, entre ellas, la publicación de las actas verificables de las maquinas CNE, una jugada tan magistral como lícita, muestra de que la política es más inteligencia que otra cosa.
Edmundo González, quien las únicas actas publicadas lo adjudican como presidente electo, certificado accidentalmente por el oscurantismo con que el régimen maneja los resultados 28J, tuvo que dejar Venezuela para resguardar su vida, desde el prisma con que se observe, eso no beneficia al régimen, lo perjudica mucho más.
La salida de Edmundo González Urrutia puede enfocarse desde diversos puntos de vista y otorgar razón a cada uno de estos. Forzado por las arduas circunstancias, por su edad, salud, amenazas, etc. ahora los venezolanos tenemos un interlocutor directo con el mundo, sin intermediarios, mientras María Corina Machado continúa encarando la lucha internamente desde suelo patrio.
Algunas opiniones, desprovistas de buenas intenciones, intentan igualar a Edmundo González con Leopoldo López o Juan Guaidó y en nada hay similitud. Machado lidera la oposición a pulso, incluso, luchando contra la oposición, contra propios y extraños. A diferencia de López y Guaidó ella supo enfrentar al régimen en su propio terreno, en su zona de confort y lo venció de forma apabullante tras la figura de González Urrutia, desde cualquier perspectiva, nada tiene que ver lo de hoy con las “otras oposiciones”.
Paradójicamente, la comunidad internacional es especialmente susceptible a los delitos electorales, por eso, mientras que en Venezuela ha ocurrido de todo en los últimos 25 años, ésta comunidad ha comenzado actuar solo después de perpetrarse elecciones absurdamente enfrentadas con la ley y la democracia, como la “constituyente” de 2017, presidenciales 2018 y ahora las presidenciales 2024.
Aunque parezca increíble, aún muchos países esperan por el respaldo de los resultados del 28J ofrecidos por el CNE, ratificados por el TSJ, tras más de mes y medio estos no han mostrado un acta ni un resultado desglosado, mucho menos, permitido una auditoría creíble que involucre a las partes y observadores.
Según la comunidad internacional democrática, que incluye a casi toda Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá, Europa y otras naciones, los resultados “oficiales” del 28j no son creíbles, de este modo, en el exilio, se encuentra el presidente legal y legítimo de Venezuela, convalidado no por un hecho sobrevenido como ocurrió brevemente con Guaidó ante un vacío legal, sino tras realizarse un proceso electoral donde el mismo chavismo fue quien convocó a los observadores participantes, mismos que rechazan los resultados del CNE/TSJ.
¿Qué va ocurrir? A diferencia de las “oposiciones” anteriores que trataron de enfrentar solo con fuerza al castrismo venezolano, esta vez reina la estrategia, la política no visible en micrófonos, medios ni redes. Si de algo estamos seguros es que el desenlace a este nuevo episodio de nuestra convulsa historia del Siglo XXI no va ser nada parecido a lo anterior, en primer lugar porque la legalidad y la legitimidad refrendada están del lado de Machado. En segundo lugar, porque más allá de la fuerza (que la hay) reina una conducción inteligente decidida alcanzar nuestra segunda independencia.
El exilio de Edmundo en nada minimiza la lucha, ni la debilita, la coloca en otro escenario donde las movidas son milimétricas dentro y fuera de Venezuela. @leandrotango

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