Berlín.- El canciller alemán, Olaf Scholz, subrayó este sábado de cara a las próximas citas internacionales sobre Ucrania que el Gobierno alemán seguirá trabajando incansablemente por una «paz justa» para ese país.
«Ucrania no se dejará poner de rodillas, no se dejará dictar una capitulación. (El presidente ruso , Vladímir) Putin, debe darse cuenta de que no puede ganar su brutal campaña. Que sólo puede haber una paz justa para Ucrania. Trabajamos incansablemente por esta paz justa», dijo Scholz en un videomensaje.
Agregó que tras más de 800 días desde el inicio de la guerra de agresión rusa contra Ucrania, «una cosa está clara: Rusia no se saldrá con la suya en sus planes imperialistas».
Subrayó que trabajar por la paz no significa simplemente izar la bandera blanca, sino requiere de diplomacia.
«Política de paz significa que apoyamos a Ucrania a defender su independencia y soberanía. Y que mantenemos la sensatez al hacerlo. Que sopesamos siempre los peligros. Que nos coordinamos con nuestros socios y aliados una y otra vez», añadió.
Aludió a la gran conferencia internacional sobre la construcción de Ucrania de principios de la semana que viene en Berlín destinada a crear condiciones favorables para que la economía pueda implicarse aún más en Ucrania.
Además, en la cumbre del G7 los líderes de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Francia, Canadá e Italia debatirán sobre cómo apoyar a Ucrania a largo plazo para facilitar una paz justa.
Al fin de semana siguiente tendrá lugar en Suiza la conferencia internacional para la paz en Ucrania en la que Scholz hará campaña en particular entre los representantes de Asia, África y Sudamérica para, juntos, dejar claro a Rusia que respetan el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas, dijo.
«Y por eso Rusia debe poner fin a su guerra de conquista. Ese es el camino hacia una paz justa», afirmó.
En vísperas del inicio de la Eurocopa en Alemania, Scholz recordó que a principios de semana asistió al penúltimo juego de preparación, disputado entre Alemania y Ucrania.
«El estadio lleno, cánticos de los aficionados… en realidad todo muy normal. Pero había algo diferente. Se podía sentir la emoción en el estadio cuando los visitantes se alinearon. Amarillo y azul. La selección nacional de Ucrania. Nada era normal en este partido, porque para Ucrania nada es normal», subrayó.
Agregó que no hay un sólo jugador que no esté preocupado por sus seres queridos en casa, no hay familia ucraniana que no esté afectada por la muerte, el dolor y la destrucción y no hay ucraniano que no anhele la paz, y la normalidad de un hermoso día de junio.
«En el estadio de Núremberg sentí cuán profunda es la empatía en Alemania, cuán grande el deseo de paz para nuestros amigos ucranianos», aseguró. /EFE