Ginebra.- La Comisión Internacional e Independiente para Palestina ha elaborado un informe, a petición de las Naciones Unidas, para documentar los crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en la guerra en curso en Gaza, desatada el pasado 7 de octubre.
El reporte incluye los ataques perpetrados por Hamás y milicias afines ese día, cuando irrumpieron en zona israelí y mataron a al menos 1.200 personas.
Asimismo acusa las embestidas de respuesta del Ejército del Estado de mayoría judía contra la población civil, que ya se han extendido por más de ocho meses y que dejan al menos 37.202 gazatíes asesinados, según las últimas cifras del Ministerio de Salud local.
Carta blanca para atacar objetivos civiles de forma amplia e indiscriminada en Gaza
Según concluye el informe, la enorme pérdida de vidas civiles en Gaza y la masiva destrucción de infraestructuras no militares en la Franja forman parte de «una estrategia consistente en causar el máximo daño» atacando intencionadamente a la población.
La máxima responsable de la comisión, la jurista sudafricana Navy Pillay, destaca que el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu «ha dado a sus fuerzas de seguridad carta blanca para atacar objetivos civiles de forma amplia e indiscriminada en Gaza».
Esta “carta blanca” se fundamenta en las pruebas que tiene el informe, de más de 200 páginas, de acciones militares de Israel que «no se han identificado objetivos militares que sirvieran de argumento para el lanzamiento de un ataque». Añade también que se dispara a matar con frecuencia, sin distinguir cuáles son los objetivos o si estos realmente suponen una amenaza.
Clara intención de instrumentalizar la necesidad y usarla como arma
Además del nombre de Netanyahu, también se cita el del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, a quien acusa de haber pronunciado las palabras “asedio total” contra la población gazatí o de describirles como “animales”, por lo que, en sus palabras, “hay que actuar en consecuencia”.
Acerca de la inacción por hacer llegar ayuda humanitaria, el informe describe en sus páginas la “clara intención de instrumentalizar la necesidad y usarla como arma, manteniendo a la población de Gaza como rehén para lograr objetivos políticos y militares».
Violencia sexual como arma de guerra
Otro punto clave radica en las agresiones sexuales como arma de guerra. En este sentido, la frecuencia, prevalencia y gravedad de ese tipo de delitos y de género cometidos contra palestinos por las fuerzas de seguridad israelíes durante el periodo de finales del año pasado eran indicios de que esa clase de violencia «forma parte de los procedimientos operativos de las fuerzas militares».
Hamás tampoco está exento de esas acusaciones. A pesar de que el ala militar del grupo islamista negó haber cometido actos de violencia sexual contra mujeres israelíes, el informe afirma que los expertos documentaron «casos indicativos de violencia sexual» contra mujeres y hombres cerca del lugar donde se celebró el festival de música, un puesto militar avanzado y varios kibutz atacados por los asaltantes, el 7 de octubre de 2023.
Víctimas, análisis forenses, imágenes por satélite y otros datos: La antigua jueza de la Corte Internacional Navy Pillay presentará ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el 19 de junio el informe para concluir que Israel, Hamás y sus grupos armados afiliados han cometido graves violaciones del derecho internacional y «deben rendir cuentas», ha dicho.
Respuesta israelí
En dos palabras: “abominable e inmoral”, ha sido la respuesta del Gobierno de Netanyahu a más 200 páginas de crudeza ante lo que ha ocurrido hasta ahora en Gaza e Israel.
«La comisión ha probado una vez más que sus acciones están al servicio de una narrativa contra Israel, y que nunca hará justicia a las víctimas del terrorismo palestino», aseguró en un comunicado la embajadora israelí ante la ONU en Ginebra, Meirav Eilon Shahar, después de que se publicara el documento.
Intenta de forma intolerable y repugnante establecer una falsa equivalencia entre fuerzas de seguridad israelíes y terroristas de Hamás
El comunicado de la funcionaria del Estado de mayoría judía también resalta que mientras Hamás es una «organización terrorista sin ley», el Ejército de su pais representa a un país democrático, comprometido con el Estado de derecho y con unas Fuerzas Armadas que «operan en línea con las normas internacionales».
Además, Eilon Shahar asegura que el texto de la ONU es reflejo de una comisión «que ya nació ‘en pecado’ en el año 2021», ya que la comisión fue creada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el contexto de una campaña especialmente intensa de lanzamiento de proyectiles contra Israel.
La funcionaria destaca el descontento por la labor de una comisión que se creó para describir los ataques de Hamás hacia Israel, pero ahora que también hace hincapié en la otra parte del conflicto resulta del desagrado de las autoridades israelíes.
El informe «intenta de forma intolerable y repugnante establecer una falsa equivalencia entre soldados de las fuerzas de seguridad israelíes y terroristas de Hamás en lo que respecta a actos de violencia sexual», subraya la embajadora.
Informe independiente
El informe, que abarca el periodo comprendido entre la matanza del 7 de octubre y finales del año pasado, exponía un amplio abanico de presuntas violaciones de derechos y delitos cometidos por ambas partes durante el conflicto.
Además, es totalmente independiente: no representa a la ONU, sino que se trata del Consejo de Derechos Humanos, respaldado por la ONU, quien encargó al grupo de expertos en 2021 que analizara las violaciones y abusos de derechos en Israel y las zonas palestinas que controla.
Aún así, Israel se ha negado a cooperar con el equipo de expertos.
Blinken: Hamás incluyó cambios «no viables» en su respuesta de tregua; el grupo islamista lo niega
En medio de la destrucción y muerte, surgen nuevos obstáculos para alcanzar un alto al fuego entre las partes del conflicto, en respuesta al último plan de tregua presentado por el mandatario estadounidense, Joe Biden, el pasado 31 de mayo, que, según afirmó entonces, fue diseñado por Israel.
En las últimas horas, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, señaló que la respuesta oficial al plan, entregada por Hamás el lunes 11 de junio, contiene «numerosos cambios».
Según Blinken algunas de esas modificaciones son viables, pero otras no.
Desde Doha, donde ofreció una rueda de prensa, el jefe de la diplomacia de la primera potencia remarcó que el grupo islamista respondió con propuestas que van allá de lo que previamente había aceptado, con respecto a un cese de hostilidades y el intercambo de rehenes en manos de Hamás, por palestinos presos en cárceles israelíes.
Sin embargo, poco después, Osama Hamdan, miembro del movimiento que controla Gaza, negó que el grupo haya propuesto nuevas ideas para la oferta, que el pasado 10 de junio fue, además, respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
En conversación con el canal panárabe de televisión ‘Al-Araby’, Hamdan también acusó a Blinken de ser «parte del problema, no de la solución» de las hostilidades en curso.
Además, fuentes de Egipto-uno de los países mediadores, junto a Qatar y EE. UU.-señalaron que Hamás quiere garantías escritas por parte de Washington para alcanzar un alto el fuego permanente, así como la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja.
El plan, que fue hecho público a finales de mayo por Biden. Implica la liberación gradual de los rehenes israelíes retenidos en Gaza y la retirada de las fuerzas israelíes en dos fases, así como la liberación de los prisioneros palestinos, la reconstrucción del territorio devastado por la guerra y la devolución de los restos de los rehenes fallecidos en una tercera fase.
No obstante, las fuentes de El Cairo destacaron que el movimiento islamista tiene preocupaciones de que la propuesta actual no proporcione garantías explícitas para la transición de la primera fase del plan, la cual abarca una tregua de seis semanas y la liberación de algunos rehenes, a la segunda etapa, que incluye un alto el fuego permanente y la retirada israelí.
AP/ EFE/